MADRID, 06 (SERVIMEDIA)
La Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), encabezada por el presidente del Alto Tribunal madrileño, Celso Rodríguez Padrón, ha presidido este jueves el solemne acto de Apertura del Año Judicial 2022-23 en la Comunidad de Madrid.
La ceremonia, que se ha celebrado en la sede central del TSJ de Madrid y que por primera vez ha podido seguirse en directo y de manera pública a través del canal Youtube de Tribunal, ha contado con la presencia de vocales del CGPJ, magistrados del Tribunal Supremo y otras autoridades y profesionales del ámbito de la Justicia. Además, han asistido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; la delegada del Gobierno, Mercedes González; así como el alcalde, José Luis Martínez-Almeida y otras autoridades civiles.
Entre los invitados se encontraban también dos expresidentes del Alto Tribunal Madrileño. En concreto, Francisco Javier Vieira Morante, antecesor del actual presidente y quien fuera su máximo responsable entre los años 2009 y 2018; y Clemente Auger Liñán, el primer magistrado en dirigir la institución cuando ésta fue creada, entre 1989 y 1992.
En su intervención, el presidente del TSJ de Madrid, Celso Rodríguez, en referencia a la situación de bloqueo que atraviesa el CGPJ y la falta de consenso en los nombramientos del Tribunal Constitucional, ha afirmado que “ningún resquicio del Estado de Derecho que proclama la Constitución puede ser víctima de la disputa política, ni del afán de dominio de las instituciones que garantizan la recta aplicación de las leyes”.
Abundando en su reflexión de actualidad, ha subrayado que “los jueces han cumplido ante la sociedad en su función constitucional con rigor e independencia” singularmente en “dos ámbitos que llegaron a protagonizar los índices de materias de preocupación social: la corrupción y los delitos contra la Constitución”.
Frente al vocacional cumplimiento de la Carrera Judicial, el presidente de los jueces madrileños ha denunciado “el clima de maltrato al que se ha sometido a la Justicia”, cuya imagen y credibilidad social se ve deteriorada y ensombrecida por “diversos acontecimientos y actitudes que resultan sencillamente intolerables”.
En este sentido, Rodríguez Padrón ha ensalzado la “misión” que en un Estado moderno queda “en manos de los jueces”, depositando en ellos “la solución de los conflictos, ya sean interpersonales o ya sean contra los poderes públicos”. Para terminar este capítulo recordando las palabras del prestigioso jurista Eduardo García de Enterría: “No hay Derecho sin juez”.
UNA JUSTICIA CON PROBLEMAS “ENDÉMICOS”
En un plano más técnico, y realizando un análisis de los datos que arroja la última Memoria de la actividad de los órganos judiciales de la Comunidad, el responsable del Alto Tribunal madrileño ha vuelto a recordar en su intervención la necesidad de incrementar el número de magistrados, mejorar los medios y profundizar en el desarrollo tecnológico para prestar el servicio de calidad que reclaman los ciudadanos.
Todas las deficiencias que arrastra “a lo largo de los años” el sistema, un servicio público tan esencial y sensible para la ciudadanía como es el de la Justicia, ha derivado –en palabras de Rodríguez Padrón- en “una especie de situación endémica: lentitud en la tutela judicial de los derechos e intereses legítimos de los ciudadanos, ante la que no podemos callar en modo alguno”.
El presidente ha finalizado su discurso enviando un renovado mensaje, no ya a los asistentes al acto, sino al conjunto de la ciudadanía, al recordar que los jueces realizan su esforzado servicio “por mandato y legitimidad no política, sino constitucional” y como consecuencia ha de alejarse cualquier tipo de “sospechas sobre la verdadera independencia de los jueces que la sirven”.
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