MADRID, 12 (SERVIMEDIA)
El Partido Popular enviará este lunes a La Moncloa su paquete de propuestas para hacer frente a la crisis energética que recoge la aplicación de una serie de “descuentos directos” en el recibo de la luz para aquellos hogares y empresas que moderen su consumo energético, una apuesta por “todas” las fuentes de generación eléctrica y un plan de ayudas “ambicioso” para las empresas más vulnerables ante la coyuntura actual.
El plan, bautizado como ‘Propuestas para un pacto energético que proteja a familia y empresas para la recuperación de la economía española’, se desgrana en ocho epígrafes, 59 apartados y “múltiples propuestas” bajo una portada sobria en la que aparece el escudo de España y no hay rastro de los logotipos del PP.
Es la misma fórmula que empleó la formación el pasado mes de abril cuando ofreció al Ejecutivo su batería de medidas para hacer frente a la inflación. Y los paralelismos no acaban ahí.
Al igual que entonces, este documento ha sido confeccionado “durante semanas” junto a las aportaciones de exministros, agentes del sector y “especialistas” en la materia a través de la Oficina del Presidente, un órgano “discreto” que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, creó para analizar aportaciones ideológicas de personas ajenas a la política activa.
La propuesta final -que busca imponer “la tecnología” sobre “la ideología”- será ratificada de forma definitiva este lunes por el Comité de Dirección del PP en la sede nacional del partido en Génova y, posteriormente, explicada por el vicesecretario de Economía de los populares, Juan Bravo, en una rueda de prensa que tendrá lugar a partir de las 13.00 horas.
Así las cosas, dos semanas después de anunciar la existencia de este plan, Feijóo hará llegar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sus recetas para cumplir con el objetivo fijado por Bruselas para moderar el consumo de energía en un 7% y combatir la escalada de precios que han experimentado las facturas de la luz de familias y empresas, y que han batido todos los registros históricos.
DESCUENTOS DIRECTOS
Una de las principales medidas de la propuesta de Feijóo es la concesión de rebajas directas sobre el recibo de la luz a aquellos consumidores que cumplan ciertos objetivos de ahorro energético. Esta petición va en línea con las orientaciones que la Unión Europea ha dado a los Estados miembro para confeccionar sus planes de reducción de consumo: apostar por las recomendaciones y evitar las obligaciones a los ciudadanos.
En esa dirección ha querido ir Génova, que criticó con dureza el primer decreto de ahorro energético del Gobierno –incluso se planteó recurrirlo ante el Tribunal Constitucional– por establecer “imposiciones” al sector privado. Hasta el momento, Feijóo ha sido sido claro. Las medidas de obligado cumplimiento se deben limitar a las entidades y administraciones públicas, que en “la mayoría de los casos” son los mayores consumidores en los distintos territorios que vertebran España.
En la otra cara de la moneda, el PP pide al Gobierno aprobar “recomendaciones” para los consumidores domésticos, pero propone que éstas vayan aparejadas de rebajas directas en el recibo de la luz para fomentar un ahorro energético voluntario por parte de los españoles sin “raciocinios”.
Todavía está por ver qué porcentaje de ahorro se considerará suficiente para dar el descuento, cuál será su cuantía y cómo se calculará, ya que hasta el momento Feijóo ha protagonizado un baile de cifras. Durante su cara a cara con Sánchez en el Senado habló de tres tramos: 3%, 5% y 20%. Apenas 12 horas después habló de rebajas de entre el 7% y el 40% para aquellos consumidores que reduzcan su consumo entre un 5% y un 20%. Y este pasado viernes afirmó que la deducción sería del 3%, del 5%, del 7% y del 10%, según el consumo.
ENERGÍA NUCLEAR Y TÉRMICA
Donde no existen dudas de la propuesta final del PP es en el debate sobre las energías que se deben utilizar para hacer frente a la crisis energética. Feijóo ha sido diáfano: hay que tirar de todas las tecnologías “disponibles”. Y ha apuntado a Alemania, que ha abierto centrales térmicas, y a Francia y Reino Unido, que han hecho una apuesta por las nucleares, como los ejemplos a seguir.
En el PP rechazan, sin embargo, la posibilidad de abrir nuevas plantas nucleares o térmicas, pero sí urgen al Gobierno a poner las centrales existentes a pleno rendimiento para aumentar la producción energética del país y disminuir la dependencia del gas.
En esta línea va también la propuesta de “desburocratizar” las renovables. Génova aboga por reducir los trámites y el papeleo que requieren la inversión en estas tecnologías para fomentar así que empresas y familias apuesten por fuentes limpias de generación de energía y conviertan sus establecimientos o domicilios en edificios autosuficientes, lo que reduciría también el consumo de gas.
Por último, Feijóo ha avanzado que en su plan propone “pactar” con las eléctricas un precio máximo para la energía nuclear, hidráulica y renovables. No obstante, existen dudas en torno a la utilidad de esta medida, ya que rebajar el coste de estas tres tecnologías no abarataría el coste de la luz salvo que fuese de la mano de una reforma del mercado mayorista y un desacoplamiento del precio del gas del de la electricidad.
AIREF ENERGÉTICA E INDUSTRIA
Por otro lado, el plan energético del PP recoge la creación de una “sección” energética dentro de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) para que este organismo pueda hacer “estudios independientes” sobre este campo y “despolitizar” la energía.
Asimismo, Feijóo planteará al Ejecutivo la creación de un plan de ayudas “ambicioso” y similar al de Alemania para contribuir a que la industria logre sortear la crisis energética actual, que tiene gran afectación sobre el sector por el gran consumo de electricidad que acarrea la actividad de sus empresas. No obstante, aún se desconocen las líneas principales de este plan y desde Génova han rechazado avanzar detalles hasta remitir la propuesta definitiva al Gobierno.
En último lugar, el PP instará al Gobierno a ampliar la rebaja del IVA de la luz y del gas al 5% hasta marzo de 2023 –aunque Sánchez ya anunció que prolongará las ayudas sociales “el tiempo que haga falta”–, así como a cumplir su compromiso de incluir a las compañías que utilizan la cogeneración en el tope al gas.
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