MADRID/SAN SEBASTIÁN, 11 (SERVIMEDIA)
El vicesecretario de Organización Territorial del Partido Popular, Miguel Tellado, expresó este miércoles su apoyo y el de toda la dirección del partido a Mikel, hijo del presidente del PP del País Vasco, Carlos Iturgaiz, tras la agresión y los insultos que recibió hace unos días, y aseguró que este tipo de violencia “uno la condena o la ampara”.
Así comenzó Tellado su intervención ante los medios de comunicación en San Sebastián tras reunirse allí con afiliados del PP, donde señaló que la formación de Alberto Núñez Feijóo es el partido “de la libertad” y “siempre lo vamos a ser”, al tiempo que garantizó que defenderá que cualquiera pueda pensar y expresarse “libremente en toda España, también en el País Vasco”.
Preguntado sobre la decisión de EH Bildu de abstenerse en la declaración de condena promovida por el PNV contra la agresión a Mikel Iturgaiz, Tellado aseguró que es “muy grave” y matizó que “no se puede tolerar ninguna forma de violencia” y lo que sufrió el hijo del presidente del PP “es una forma de violencia que no es admisible en una sociedad democrática”.
“Uno lo condena o lo ampara, no hay término medio”, dijo, por ello pidió a todas las formaciones políticas democráticas que condenen de forma “clara y rotunda” cualquier forma de violencia. “Bildu no lo ha hecho”, lamentó, pero apuntó que “lo más grave” es que el PSOE, que “sí lo hace”, gobierna “apoyándose en formaciones políticas que no son plenamente democráticas, como Bildu”.
“Lo grave de la situación política de nuestro país es que el presidente del Gobierno está en manos de formaciones políticas que no creen en España, que desafían permanentemente a las instituciones del Estado y creo que es la misma situación en la que se encuentra Bildu o una situación parecida a la que se encuentra ERC”, argumentó.
Por tanto, tachó de “reprobable” la actitud de Bildu ante esta situación y afirmó que también lo es que, una vez que esta formación no condena “todas las formas de violencia”, el PSOE “siga blanqueando” a este partido en las instituciones y convirtiéndolo en “plenamente democrático cuando nosotros creemos que no lo es”.
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