MADRID, 02 (SERVIMEDIA)
El portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, prefiere guardarse las cartas de los posibles pactos para después de las elecciones generales, apelando a la gran cantidad de escenarios distintos que se pueden abrir, pero ya advierte de que no será “la muleta de nadie”, ni del PSOE ni del PP.
Esteban se reservó todas las posibilidades en una entrevista en Servimedia en la que confesó: “Yo no sé qué es lo que va a pasar y qué números va a haber, y cómo se va a plantear ese próximo escenario. Lo que sí puedo asegurar es que no vamos a ser la muleta; o sea, nuestro voto no está para ahí para votar a Fulano o Mengano como si fueran unas elecciones presidenciales”. El PNV, afirmó, está para establecer su programa y cuál cree que debe ser “el planteamiento para la próxima legislatura”, pero no quiso concretar condiciones para pactar, ironizando que “las partidas de póker tienen sus tiempos” y “las cosas en su momento”.
El portavoz vasco sí constató que “con unos”, los socialistas, llevan “ya un terreno avanzado y unos acuerdos”, especialmente en Euskadi, donde gobiernan en coalición y han pactado el Ayuntamiento de Vitoria arrebatándoselo a EH Bildu. “Ahora bien”, puntualizó, “no sé con qué planteamiento, en caso de que el presidente Sánchez pudiera optar a otro mandato, no sé con qué planteamiento va a venir”. “Cuando llegue el momento, si es que llega, porque no sé qué es lo que va a salir en estas próximas elecciones, pues ya hablaremos”, aplazó.
“He vivido tantos escenarios diferentes”, evocó. “Y además éste que viene puede ser incluso distinto también, y además muchas veces depende igual de un escaño o de dos escaños o de tres escaños que se puedan constituir ciertas mayorías”. Y en otro momento de la entrevista: “Los escenarios con los que podemos encontrarnos, los que podamos vislumbrar, son tan numerosos que no sé exactamente, qué es lo que va a ocurrir. Vamos a ver qué es lo que pasa”.
“Evidentemente, nosotros jugamos los partidos, o sea, nosotros jugamos nuestras cartas. Para eso nos presentamos: para hacer una política propia no para ser la muleta de nadie”, repitió, “Tenemos que responder ante nuestro electorado, con una forma de ver las cosas y de ver el Estado, y eso es lo que pondremos en juego”.
FUERA DE LOS DOS GRANDES BLOQUES
Esteban, quien concede a las encuestas “una validez relativa” por los reducidos muestreos de todas y por la posibilidad de que durante la campaña alguno de los candidatos se meta “en un berenjenal del que no pueda salir”, se negó a percibir las elecciones como una batalla entre “dos bloques”, respecto a los que reivindicó que el PNV constituye un tercero.
Desde esa neutralidad, lamentó que “hay una estrategia clara entre los dos grandes partidos, y es echar al otro partido al extremo” y “polarizar la cuestión muy en blanco y negro”. En ese marco general, continuó, el PSOE exagera lo que hace Vox y el PP el papel de Bildu. Eso sí, por lo que al PNV respecta, insistió en que nunca va a “facilitar la normalización de Vox” ni a “llegar a ningún acuerdo” en el que esté implicado ese partido.
Para Esteban, al hacer lo contrario el PP “ha pasado una línea que otros partidos no han pasado en otros países”, por ejemplo en Alemania, pero también insistió en que el PSOE, si no puede formar pactos para gobernar, debería facilitar que lo hiciera el PP sin necesidad de contar con Vox. “Si puedes hacer un gobierno alternativo, hazlo, aunque no hayas ganado; eso lo entiendo, es democrático. Ahora bien, si no hay alternativa para hacer gobierno, ¿por qué no dices: ‘Oye, antes de que pactes con éstos, vamos a llegar a acuerdos mínimos’”, razonó.
“Para eso también tendría que estar dispuesto el partido que entre, o sea, tendría que estar dispuesto el Partido Popular”, concedió. “Luego habrá diferencias y tal, pero vamos a echar a andar. Pero no; se prefiere, por parte de unos y por parte de otros, por razones diferentes, unos por alcanzar el poder, otros por enviar a una esquina ideológica o que se dé esa imagen ideológica, se prefiere normalizar la presencia en las instituciones de Vox y de la ultraderecha. Y eso, como país, como división de instituciones democráticas, como visión a futuro, yo creo que es malo”, amonestó.
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