MADRID, 24 (SERVIMEDIA)
La dirección nacional del Partido Popular abordó este lunes el problema de la sequía en España y avisó al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, de que “la política del Gobierno no puede ser esperar sentados a que llueva” y mostrar preocupación tan solo por “el clima electoral” ante la cercanía de los comicios autonómicos y municipales del 28 de mayo.
Así lo trasladó el portavoz de campaña y vicesecretario de Cultura y Sociedad Abierta del PP, Borja Sémper, en la rueda de prensa que ofreció en la sede nacional del partido tras la reunión del Comité de Dirección que presidió Alberto Núñez Feijóo.
Precisamente, la sequía fue uno de los asuntos tratados por Feijóo con la cúpula del PP en un momento en el que Sánchez “pretende meter con calzador” Doñana en la agenda pública en precampaña. “No le preocupa el clima, le preocupa el clima electoral”, sentenció Sémper.
El portavoz de campaña del PP criticó que en la mesa de la sequía a la que asistieron los consejeros del ramo de todas las regiones faltasen “los dos ministros competentes”, refiriéndose a Luis Planas (Agricultura, Pesca y Alimentación) y Teresa Ribera (Transición Ecológica y Reto Demográfico).
“La política del Gobierno no puede ser esperar sentados a que llueva”, avisó Sémper, llamando a tomar medidas rigurosas y serias. En su caso, recordó que el PP pone sobre la mesa la necesidad de “un pacto de Estado por el agua” al considerar la sequía “un problema de Estado”.
Sémper aseguró que si Feijóo consigue llegar a La Moncloa tras las elecciones generales, el PP ejecutará las obras hidráulicas pendientes declaradas de interés general del Estado con urgencia, se incrementarán al 90% los anticipos de la Política Agraria Común (PAC) y también que se dará apoyo a los productores más afectados por la guerra en Ucrania y ayudas en general a los más afectados.
Además, dentro de este pacto de Estado por el agua, Sémper planteó movilizar fondos Next Generation para fomentar la modernización de los regadíos y aprovechar la Presidencia de turno de la Unión Europea para activar una política europea del agua y de lucha contra la sequía.
Igualmente, aprovechó para incidir en su mensaje de que “Doñana no se toca”, sino que “se protege”. “Y la protección de Doñana creemos que es compatible con proteger la actividad económica de quienes están allí trabajando para dar de comer a sus familias y mantener una actividad económica”, indicó.
Se mostró convencido de que el Gobierno de Andalucía “será capaz” de contarlo y hacer que la Unión Europea o el comisario del ramo “así lo interprete”, aunque también recordó que Bruselas no se pronunciará hasta que no se termine la tramitación en el Parlamento andaluz de la proposición de ley sobre los regadíos en el entorno de Doñana, que hasta ahora solo se ha tomado en consideración.
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