MADRID, 25 (SERVIMEDIA)
El jefe del contingente español en la misión de Naciones Unidas en Líbano (Unifil), general Guillermo García del Barrio, afirmó este miércoles que los cascos azules desplegados en el sur del país no son el objetivo ni de las Fuerzas de Defensa de Israel ni del movimiento chií de Hizbulá.
Guillermo García del Barrio, que está al frente de los más de 650 españoles desplegados, principalmente de la Brigada Aragón, explicó en unas declaraciones difundidas por el Ministerio de Defensa que las medidas de seguridad en el contingente se han endurecido a raíz de los ataques desde Líbano a posiciones de Israel, y los bombardeos masivos realizados por las Fuerzas de Defensa de Israel que han dejado más de 500 muertos y miles de desplazaos.
Las medidas de seguridad se traducen en tres niveles: el nivel 1 marca la obligatoriedad de portar el equipo de protección personal de chaleco antibalas y casco siempre a mano; el nivel 2 conlleva acoger a todo el personal en la posición de Naciones Unidas más cercana y llevar el equipo de protección puesto; y el nivel 3 supone desplazarse a los búnkeres que existen en las diferentes posiciones.
Tras los ataques de los últimos días, el general que también lidera a las tropas de la ONU en el Sector Este de Unifil, subrayó que “en una misión militar el riesgo cero no existe”, pero alegó que hay que tener en cuenta que Naciones Unidas no es objetivo de ninguna de las partes.
“Tanto Israel como Líbano han aceptado nuestra presencia donde desplegamos, y además, gracias a nuestra labor, el sur del Líbano ha disfrutado de uno de los períodos de paz más largos en toda su historia”, recalcó.
PATRULLAS CONJUNTAS
Respecto a las patrullas conjuntas con las Fuerzas Armadas Libanesas (LAF), explicó que hasta el pasado 23 de septiembre, el 15% de las actividades operativas de la Brigada se realizaban junto con las LAF. A partir de esa fecha, sin embargo, las patrullas de Unifil “se han limitado a las estrictamente necesarias”.
Del Barrio señaló que durante los seis meses de preparación en España antes de volar desde Zaragoza, los militares españoles se prepararon específicamente para esta misión, sobre todo para afrontar las circunstancias como las que viven estos días, en los que pasan hasta 14 horas dentro de los búnkeres. Por ello aseveró que “la situación actual no nos sorprende, lo cual no quiere decir que no nos preocupe”.
Una de las mayores preocupaciones que tienen es por sus familias, y “sobre todo por la información que pueden recibir sobre las condiciones en las que desarrollamos nuestro trabajo actualmente”.
En concreto, señala que aunque en la Base Miguel de Cervantes, en Marjayoun, disponen de internet libre, cuando adoptan las medidas de seguridad que les hace meterse en los búnkeres, se restringen las comunicaciones, lo que “puede producir preocupación en nuestras familias”. “Todos ellos deben comprender que es por nuestra seguridad y no deben preocuparse; aunque somos muy conscientes de que, a veces, no resulta fácil para ellos”, admitió.
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