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El Gobierno vota dividido ante una propuesta para elevar las indemnizaciones por despidos improcedentes

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MADRID, 14 (SERVIMEDIA)

Las dos fuerzas que forman parte del Gobierno de coalición volvieron a votar este martes divididas ante una propuesta que pretendía elevar las indemnizaciones por despidos improcedentes hasta los 45 días por año trabajado, ya que Unidas Podemos se abstuvo ante la toma en consideración del texto en el Pleno del Congreso de los Diputados, mientras que el PSOE votó en contra.

De esta forma, por 30 votos a favor, 275 en contra y 35 abstenciones, la Cámara Baja rechazó la toma en consideración de la proposición de ley para la recuperación y ampliación de los derechos laborales, presentada por Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), Bildu y el Bloque Nacionalista Gallego (BNG).

En febrero, Unidas Podemos y el PSOE ya se dividieron cuando Esquerra presentó una moción en el Congreso pidiendo elevar las indemnizaciones por despido, ya que los socialistas rechazaron la iniciativa mientras Unidas Podemos, en esa ocasión, la apoyó.

El texto de las tres formaciones independentistas establecía que las indemnizaciones por despidos improcedentes regresen a los 45 días por año trabajado, punto en el que se encontraban antes de las reformas laborales de 2010 y 2012. Además, incluía la posibilidad de que un despido pueda ser declarado nulo en determinados supuestos aunque el contrato del empleado sea temporal.

También proponía que se restrinjan las motivaciones para que una empresa pueda acometer un ERE, de forma que puedan hacerlo solo cuando haya pérdidas sostenidas en el tiempo o pérdida de ingresos que puedan comprometer la viabilidad de la compañía. Además, defendía recuperar los salarios de tramitación mientras se desarrolla un proceso judicial por la extinción de un contrato.

“Me van a perdonar, señorías de Unidas Podemos, pero no entiendo su abstención, porque el texto que traen es una enmienda a la totalidad a la reforma laboral”, aseguró la diputada socialista María Dolores Narváez, después de que Unidas Podemos anunciara su abstención, aunque con críticas a ERC, Bildu y BNG por votar en su día contra la reforma laboral de 2021.

Sobre este texto, la parlamentaria del PSOE resaltó que “la política es el arte de lo posible” y debe servir para “mejorar la vida de la gente”, elogiando así los efectos que ha tenido la reforma laboral de 2021. En esta línea, pidió tener “memoria” y recordar que los tres partidos que han impulsado esta proposición de ley votaron contra la reforma laboral.

La diputada de Unidas Podemos Aina Vidal afeó a las tres fuerzas impulsoras de la proposición de ley que votaran contra la reforma laboral y destacó que no será su partido el que “impida” el debate, por lo que abogó por la abstención.

Eso sí, dijo que no le “extraña” que los votantes de estos partidos se sientan más identificados con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y les pidió que reconozcan que “el punto de partida” de este texto es “poco solvente” y añadió: “Que no nos impidan celebrar las victorias, porque en este país, hemos tenido victorias muy importantes y es una lástima que ustedes no las puedan celebrar”.

FANTASMA

Por su parte, el diputado del PP Diego Movellán acusó al Gobierno de usar como “fantasma” la reforma laboral del PP para asustar a los ciudadanos, cuando su “pesadilla” realmente es el paro. Igualmente, calificó la política de Pedro Sánchez de “bobalicona” y sentenció que contribuye a generar inseguridad jurídica y a ahuyentar la inversión de las empresas.

Cargó contra el Ejecutivo por su “maquillaje” de las cifras del paro, al haber 440.000 fijos discontinuos inactivos que no contabiliza como desempleados, mientras que “el trabajo se divide”, ya que caen las horas trabajadas con un aumento de ocupados.

Mientras, desde Vox, Juan José Aizcorbe alertó de que la propuesta es “peligrosa” para el mercado laboral y subrayó que “son tiempos de cielo oscuro”, por lo que “se impone alzarnos contra la opresión de este Gobierno con el que ustedes se restriegan con lascivia”. Además, aprovechó este debate para defender la necesidad de la moción de censura que su partido presentó y que protagonizará la próxima semana el economista Ramón Tamames.

REGRESIÓN

Por otro lado, en la defensa del texto, el diputado de Bildu Óscar Matute lamentó la regresión de derechos que, a su juicio, se ha dado a nivel laboral en los últimos años. Por ello, subrayó su “intención” de “devolver dignidad” a la vida de los y las trabajadoras”, ya que los poderes públicos deben ser “garantes de los derechos de las mayorías sociales”.

“Un Gobierno es de progreso cuando hace políticas de progreso”, apuntaló Matute, que dijo que “hay tiempo” para llevar a cabo las modificaciones legales que proponen. Además, se preguntó por qué la CEOE “teme” que los inspectores de trabajo tengan que pronunciarse ante los ERE.

Al hilo, Jordi Salvador, de ERC, dijo que tienen claro que “los trabajadores nunca van a ganar derechos si no nos atrevemos a romper los anacrónicos pensamientos de la CEOE” y lamentó que la reforma laboral de hace poco más de un año impulsada por Pedro Sánchez y Yolanda Díaz no revirtiera todos los recortes de derechos laborales que se aprobaron anteriormente.

“Que no se autoengañe nadie. La precariedad existe y solo se puede cambiar con un nuevo modelo productivo que no llega y con una legislación que evite la explotación. Y la legislación actual no es suficiente”, aseveró Salvador, que concluyó que con la regulación actual del despido nadie es realmente indefinido aunque formalmente cuenten con un contrato de este tipo.

DELIRANTE

Contra el texto se pronunció Ciudadanos, cuya parlamentaria María Vidal dijo que el texto es “delirante” y solo tiene como intención “salvar su conciencia con los trabajadores” por haberse opuesto a la aprobación de la reforma laboral de 2021.

Ironizó con que ha hecho más por los derechos laborales Alberto Casero (PP) al equivocarse y votar a favor de la reforma laboral de 2021 y propuso a las fuerzas proponentes de esta ley que planteen una jornada laboral “flexible”, acorde con la realidad del siglo XXI. “Ayudemos a los trabajadores a conciliar, que falta nos va a hacer para equilibrar el disparate que se está llevando a cabo con las pensiones”, zanjó Vidal.

Desde el PNV, el diputado Íñigo Barandiaran reconoció la importancia de “iniciar este debate”, si bien señaló que la disyuntiva entre “el presente y el pasado” se llama “nostalgia”. Al mismo tiempo, cargó contra los criterios “dogmáticos” de las fuerzas impulsoras de la proposición de ley. Además, avisó de que el texto provocaría una “multiplicación” de procesos burocráticos, dificultando el día a día en el mundo laboral.


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