MADRID, 08 (SERVIMEDIA)
El Gobierno veía venir el estallido público de las diferencias dentro de Unidas Podemos, focalizadas entre el exlíder de Podemos Pablo Iglesias y la vicepresidenta segunda del Ejecutivo, Yolanda Díaz, pero confía en que se resuelvan para que “no se produzca una distracción del voto” a la izquierda en el futuro.
Así lo admiten fuentes del ala socialista del Ejecutivo cuando se pregunta por el impacto de las últimas palabras desde Unidas Podemos, especialmente de las de su ex líder y exvicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, contra la ministra de Trabajo y la que él eligió como líder del ala minoritaria del Gobierno de coalición que preside Pedro Sánchez.
“Hay tensión en ese espacio desde hace tiempo”, señalan desde el Consejo de Ministros, por lo que “estaba al caer” que se evidenciaran públicamente porque ya fue notorio incluso en la designación de los interlocutores dentro del Gobierno de coalición para la negociación de los Presupuestos Generales del Estado para 2023.
No obstante, en público han restado importancia, y la portavoz del Ejecutivo y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, no iba a manifestarse porque son “asuntos internos de otros partidos políticos”. “No voy a hacer ninguna consideración”, aseveró.
Desde el ala socialista del Ejecutivo admiten que estas rencillas que se ven ahora, con un “estilo ofensivo” por parte del exvicepresidente contra Díaz, guardan relación también con “cuestiones personales difícilmente reconciliables” y con “traiciones pasadas”.
Precisamente, hay quienes ven el trasfondo de la cercanía de la vicepresidenta Díaz y su plataforma Sumar con personas y movimientos que surgieron como crítica a Iglesias o se separaron de él y su proyecto, como el caso de Más Madrid o Íñigo Errejón.
No obstante, en el ala socialista del Gobierno no tienen dudas de que, si de ellos depende, todos los miembros de Unidas Podemos seguirán en el Ejecutivo de coalición hasta el final de la legislatura, ya que las diferencias son “internas” y nada responde a “ninguna cuestión de temas de Gobierno”.
Por todo ello, estas fuentes esperan que “resuelvan las diferencias” y que no llegue a producirse una consigna global de no entendimiento entre Unidas Podemos y Sumar. Ven posible que en algunos territorios lleguen a confluencias y en otros no ante la cita con las urnas para municipales y autonómicas de mayo de 2023 para que “no se produzca distracción del voto” que, admiten, podrían terminar por dañar a la izquierda.
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