MADRID, 23 (SERVIMEDIA)
El Gobierno insiste en que las negociaciones con Junts “fluyen” y asegura que “estamos llegando a acuerdos”, a la vez que descartan un acercamiento al PP y a su líder, Alberto Núñez Feijóo, al desconfiar “entre lo que dicen y luego hacen”. “Junts ha tenido un comportamiento más leal que el PP”, señalan.
El Gobierno asegura sentirse “satisfecho” de los avances alcanzados con Junts en las últimas semanas, asumiendo a la vez su debilidad en apoyos parlamentarios. “Nosotros siempre lo decimos y somos claros: los números son los que son y, por eso, vamos partido a partido”, señalan a Servimedia fuentes gubernamentales.
Sin embargo, la formación independentista ha dado esta semana al Ejecutivo una de cal y otra de arena votando en contra o absteniéndose en votaciones que requerían su apoyo. Desde el Gobierno justifican este comportamiento y lo achacan a “rabietas” porque “en lo importante, este Gobierno lo está sacando todo”.
Así, el pasado martes, la formación independentista se abstuvo en la Ley del Suelo promovida por el PP en el Senado dejando la puerta abierta a que la iniciativa sea aprobada en la Cámara Baja, tras decaer una reforma previa sobre esta misma materia de socialistas y el PNV el pasado 25 de febrero con los votos en contra de los populares.
La iniciativa sobre suelo irá ahora a la Mesa del Congreso, de mayoría socialista, donde se sumará al resto de las 17 normas que los populares llaman “leyes Feijóo” para escenificar la “debilidad parlamentaria del Gobierno”. Sin embargo, la iniciativa podría ver frenada su tramitación en el Congreso, como ya ha ocurrido con otras, en aplicación de lo que fuentes parlamentarias consideran una aplicación de la preeminencia constitucional de esta Cámara en el procedimiento legislativo.
La postura de Junts en esta norma de los populares fue la de permitir su tramitación utilizando motivos similares al voto en contra que propinó al PSOE en el Congreso. “Todo aquello que invada competencias no va a recibir el apoyo de Junts. No damos nada a cambio de nada, no nos casamos con nadie”, destacó el senador de la formación independentista Francesc Xavier Ten.
Los socialistas han guardado silencio respecto a la postura de Junts y tan sólo criticaron que el PP quiera “torpedear” la actual ley que “está dando buenos resultados”, como demuestran los buenos datos en Cataluña. Así, el senador socialista José Javier Izquierdo afirmó que esta propuesta está plagada de “cargas de dinamita” contra el quinto pilar del Estado del bienestar.
A esto, se suma que el Ejecutivo sufrió un jueves negro en la Cámara Baja esta semana con dos derrotas parlamentarias, como fueron la Ley para la Agencia Estatal de Salud Pública (Aesap) y la de sacar al lobo del listado de especies con especial protección al norte del Duero. El voto de Junts impidió junto al de PP y Vox que la primera saliera adelante, y permitió junto a otros que la segunda lo hiciera.
“UNA RABIETA” DE JUNTS
Fuentes gubernamentales achacaron este giro de Junts a “una rabieta” en venganza a que el Ejecutivo hubiera vetado previamente en la Mesa del Congreso una enmienda suya que pedía prorrogar la vida de las plantas de purines para que puedan seguir percibiendo ayudas.
Desde el Gobierno insisten en que las relaciones con la formación independentista se han estabilizado, pese a estos “tiras y aflojas parlamentarios” a los que atribuyen “normalidad”, “como se discute con cualquier formación”.
Y recuerdan que esta semana también se cerró el pacto para reformar el artículo 35 de la Ley de Extranjería por la que se distribuirán los menores migrantes no acompañados de Ceuta y Canarias entre el resto de comunidades autónomas y anteriormente, también cerraron el traspaso de la competencia de migración a Cataluña, por el que los Mossos d’Esquadra trabajarán junto a Policía Nacional y Guardia Civil para vigilar las fronteras catalanas.
“Con esto se puede ver que las relaciones van mejorando”, señalan las mismas fuentes. La moraleja que saca el Ejecutivo de estos asuntos es positiva para seguir dialogando con Junts y negativa hacia el principal partido de la oposición porque insisten en que no se pueden fiar del PP, “entre lo que dice y luego hace”.
EL PP CON “LA MANO ATADA”
Desde el Gobierno insisten en que el PP “tiene la mano atada a la espalda” y así asumen que sus socios de Vox son quienes dirigen su política.
Fuentes del Ejecutivo no descartan que el próximo paso de los populares sea “hacer un frente común” para “boicotear” la conferencia sectorial por la cual se discutirán los criterios del reparto de menores migrantes a las comunidades y también se muestran seguros de que el acuerdo entre PP y Vox para sacar los presupuestos en la Generalitat Valenciana “es uno de muchos” que realizarán en las comunidades donde los populares gobiernan.
“El pacto de Valencia es una declaración de intenciones”, afirman y, de ahí la desconfianza en contar por parte de La Moncloa hasta meras cuestiones que afectan de Europa porque lo que desde el Gobierno solicitan es “discreción y lealtad” y eso no lo ven Feijóo y, hasta ahora, en su opinión, la formación independentista lo ha cumplido con las múltiples reuniones en Suiza y a la hora de anunciar acuerdos.
Es por esto, entre otras razones, por lo que el Ejecutivo valoró si llevar o no el aumento del gasto en defensa al Congreso. En La Moncloa asumen que no van a poder contar con el apoyo del PP y aseguran que “entonces tendrán que explicarlo ellos”, en referencia a cualquier rechazo al pacto sobre defensa, porque, aseguran, “es una posición por la que estamos comprometidos con Europa”.
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