MADRID, 10 (SERVIMEDIA)
El Gobierno consiguió este miércoles salvar dos de los decretos que sometió a la convalidación del Congreso de los Diputados tras el acuerdo alcanzado con Junts, pero no pudo hacer lo propio con la reforma del subsidio de desempleo, promovida por el Ministerio de Trabajo, que fue tumbado por el voto en contra de Podemos.
En una primera votación de los tres decretos, telemáticas por celebrarse la sesión en el Senado debido a las obras en la sede del Congreso, solo salió adelante el llamado ‘ómnibus’ que contiene “medidas urgentes para la ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia en materia de servicio público de justicia, función pública, régimen local y mecenazgo”.
Otro de los decretos, el que contenía la reforma del subsidio de desempleo, fue rechazado por el voto en contra de Podemos, mientras que el de medidas contra la crisis económica derivada de la guerra en Ucrania obtuvo un empate a votos debido a un error de un diputado de Sumar, lo que obligó a repetir la votación.
Todo ello sin los votos de Junts, que materializó así su abstención tras un acuerdo alcanzado en el último momento con el PSOE. Un acuerdo “in extremis”, como reconocieron tanto desde Junts como desde el PSOE tras una jornada de “intensas negociaciones” en las que también estuvo presente, a través de videoconferencia, el expresidente catalán Carles Puigdemont.
Pese a llegar a ese acuerdo, el Ejecutivo no sabía cómo vehicularía Junts el respaldo a los decretos y admitían que volvieron al Pleno estando “en vilo”. Finalmente, en la primera votación -la telemática-, Junts optó por no votar.
Con ese pacto ya anunciado, en la votación de desempate, celebrada de forma presencial por llamamiento al pedirlo así el PP y Vox, Junts mantuvo su abstención y el voto correcto de todos los diputados que lo respaldaban permitió la convalidación del decreto anticrisis. Junts votó también a favor de la senda de déficit y del plan de reequilibrio.
El acuerdo entre el PSOE y Junts, del que solo ha informado la formación independentista, implica la supresión del artículo 43bis de la Ley de Enjuiciamiento Civil que ponía “en peligro” la viabilidad de la amnistía, así como la reforma de la Ley de Sociedades de Capitales “para revertir el real decreto del PP el 2017 y que las empresas puedan volver a Cataluña”.
Además, según la escueta explicación de Junts, se acordó “la delegación integral de las competencias de inmigración a la Generalitat, mediante la vía del artículo 150.2 de la Constitución a través de una ley orgánica específica para Cataluña”.
Otros acuerdos pasan por rebajar el IVA del aceite al 0%, la publicación inmediata de los datos oficiales para calcular los balances fiscales y que se multiplica por cinco la partida prevista para la digitalización de la Administración de Justicia. Finalmente, el Estado asumirá la totalidad del coste sobre los descuentos y las bonificaciones del precio del transporte público y se reconocen “los derechos históricos de Cataluña en materia de régimen local”.
Convalidados los dos decretos, ambos se tramitarán como proyectos de ley por vía urgente, lo que permitirá introducir las modificaciones acordadas en la negociación.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se declaró “atónito” por lo sucedido y llegó a decir que no se habría dedicado a la política en caso de saber que consiste en lo que ha vivido en las últimas semanas. Desde este partido hablaban incluso de la posibilidad de llevar al Tribunal Constitucional algunas de las medidas acordadas entre el PSOE y Junts.
Feijóo denunció que por primera vez el Gobierno sacaba la soberanía nacional de las Cortes y el país está en manos de un “presidente sin cartera”, en referencia al líder de Junts, Carles Puigdemont, con quien los socialistas reconocieron contactos este miércoles en la negociación maratoniana para sacar adelante los decretos.
Con todo ello, el único decreto que decayó fue el promovido por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, debido a la oposición anunciada y mantenida por Podemos. La propia líder de Sumar les acusaba de votar junto a la extrema derecha en contra de los intereses de los desempleados, mientras el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, hablaba expresamente de tumbar esa norma para “molestar” a Díaz.
Concluida la sesión, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, avanzaba que el Ejecutivo volverá a plantear esa reforma del subsidio de desempleo y cargaba contra la oposición “destructiva” de quienes “anteponen” sus intereses y únicamente se miran “el ombligo”.
Pese a alegría mostrada, el presidente reconoció que han “tenido que trabajar duro”. Tanto que algunas voces en el PSOE llaman a hacer una “reflexión” sobre las “lecciones” de este Pleno y llevar a convalidación decretos no pactados y depender de los votos de Junts porque eso acrecienta, dicen, la dependencia de Puigdemont, además de que hace que se lleven “tajada” por la urgencia de llegar al acuerdo para no perder la votación.
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