MADRID, 14 (SERVIMEDIA)
El fiscal jefe de Anticorrupción, Alejandro Luzón, intervino este miércoles en el acto conmemorativo del 25 aniversario de la creación de esta división del Ministerio Público y pidió a los políticos en medio del debate sobre la reforma del delito de malversación que “no degraden” ni den “pasos atrás” en la lucha penal contra la corrupción.
En su discurso, insistió en que “queda mucho por hacer. Materias como los lobbies y las puertas giratorias hay que mirarlas. Hace falta voluntad política para caminar en ese sendero. Una sociedad que tolera la corrupción es una sociedad enferma”, afirmó, e insistió en que los ciudadanos deben “seguir escandalizándose” de esos casos que significan desvío de los fondos públicos.
El acto se celebró en la sede de la Fiscalía General del Estado y en él estuvieron presentes el presidente interino del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Rafael Mozo; la exministra de Justicia y exfiscal general del Estado, Dolores Delgado; y la también exfiscal general María Jesús Segarra, entre otros.
Luzón explicó que la Fiscalía Anticorrupción nació hace más de 25 años “por motivos coyunturales. El Gobierno socialista diseñó esta fiscalía para parar el crispado clima que había por los casos de corrupción. Su creación fue aprobada por unanimidad. También había que abordar la corrupción y la delincuencia organizada desde una perspectiva diferente, con modernas técnicas de análisis. Lo que fue experiencia pionera, fue exportada a otros países y avalada por distintos países europeos”.
En una referencia que se relaciona con la actual reforma del delito de malversación que han impulsado en el Congreso el PSOE y Unidas Podemos, Luzón insistió en que “la sociedad tiene que seguir irritándose y escandalizándose contra la corrupción”, y pidió a los legisladores que “no den pasos atrás en la lucha contra la corrupción, que no diluyan o degraden la respuesta penal” contra este fenómeno.
Luzón dijo en su discurso que la Fiscalía Anticorrupción “es un referente en la persecución de la delincuencia organizada”. Explicó que comenzó con sólo ocho fiscales y “ahora somos 29 y otros tantos que es una valiosa red de delegados. También han crecido las competencias”.
Anticorrupción ha promovido sentencias que “están ya en la historia de la Justicia española y han contribuido al prestigio de la Fiscalía”, contribuyendo a que “la sociedad perciba que se puede dar una respuesta a la corrupción y que ésta no queda impune. La corrupción sigue presente entre nosotros. La Fiscalía Anticorrupción ha cumplido los objetivos que se fijaron en su nacimiento y está preparada para abordar los retos que lleguen”.
El jefe de Anticorrupción tuvo también palabras de cariño para los fundadores de esta fiscalía, recordando a Carlos Jiménez Villarejo, “que inició la Fiscalía y que con su pasión e ilusión supo contagiar a todos los fiscales que trabajábamos con él”. A Antonio Salinas, “por su rigor jurídico y su sensatez”. A Cándido Conde-Pumpido, “que aumentó competencias”, y a todos los fiscales generales “por la autonomía que nos han dado”. También agradeció la labor de los medios de comunicación por su labor de investigación.
Fuentes fiscales consideran que la reforma del delito de malversación podría provocar una cascada de revisiones de penas dado que la nueva normativa no es precisa y no ha pasado por el análisis de los órganos que habitualmente informan sobre los proyectos legislativos. Así lo advirtió ya la Asociación de Fiscales.
Estas fuentes estiman que es particularmente arriesgado legislar que sólo sea delito de malversación el desvío de fondos públicos cuando haya lucro personal y apuntan que podrían afectar las penas impuestas, por ejemplo, en el ‘caso Kitchen’, en el que el Ministerio del Interior habría desviado fondos reservados para pagar el espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas, pero que no supuso lucro personal para la cúpula del Ministerio.
En la celebración de este miércoles también intervino el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, que anunció una circular sobre las diligencias de investigación coordinadas por la Fiscalía con vocación de ser un manual para unificar la acción de los fiscales en el territorio y dar herramientas para avanzar en la persecución de la delincuencia.
García Ortiz elogió el trabajo de Anticorrupción y su labor “pionera” en Europa y pidió a los fiscales “ganar la confianza de los ciudadanos”, al tiempo que reiteró “el compromiso de la Fiscalía española, con la mano tendida al resto de las instituciones que pueden contribuir, con sus propuestas, para que la lucha contra la corrupción no cese”.
Pese a sacar pecho por el trabajo de los fiscales anticorrupción, García reconoció que esos éxitos son en realidad “los fracasos de la sociedad española”, que demuestra que tiene “instrumentos eficaces” para luchar contra los corruptos.
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