MADRID, 12 (SERVIMEDIA)
El Consejo de Ministros aprobó este martes un acuerdo que amplía el número de años y el gasto total de la asistencia de la Armada de EEUU (USN) para el mantenimiento de los submarinos españoles S-80.
Según informó el Gobierno, esta asistencia dará continuidad a la llevada a cabo por la USN durante el programa de obtención de los S-80 y que tan fructíferos resultados ha dado para el éxito final del programa y la puesta en servicio de estos submarinos.
El Ejecutivo indicó que esta asistencia técnica de EEUU permitirá asistir a la toma de decisiones relacionada con el ciclo de vida útil de los submarinos S-80, como “apoyo relativo estudios o análisis técnicos y de seguridad, apoyo programático a la sostenibilidad del submarino, resolución de temas durante la vida en servicio referentes a la antigüedad u obsolescencia de equipos, modernización, asesoría en planificación del mantenimiento, entre otros”.
Lo aprobado este martes por el Consejo de Ministros supone destinar 8.214.100,39 euros entre 2023 y 2030 para el mantenimiento de los submarinos.
“AUTONOMÍA ESTRATÉGICA “
Según explicó el Ministerio de Defensa, el programa S-80 es “uno de los mayores desafío tecnológico afrontado por la industria española”. Con él, España refuerza su “autonomía estratégica”, al entrar en el grupo de diez países con capacidad para construir submarinos convencionales (no nucleares) de altas prestaciones.
Gracias a él, Navantia se convierte en ‘Autoridad Técnica de Diseño’. El S-80 supone un salto tecnológico para el arma submarina española, con un sistema integrado de control de plataforma, un sistema de combate y un sistema de armas con capacidad de lanzar misiles tácticos, una capacidad única entre los submarinos no nucleares de la OTAN.
El primero de los submarinos, el S-81 ‘Isaac Peral’, fue puesto a flote en mayo de 2021 y se encuentra realizando las últimas pruebas de puerto de mar antes de su entrega a la Armada este año.
El diseño de estos submarinos, con una eslora de 80,8 metros y un diámetro de 7,3 metros, está pensado para operar autónomamente, y con gran sigilo, durante tres semanas en inmersión, gracias a un sistema de propulsión independiente de la atmósfera que le permite generar y almacenar energía eléctrica.
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