MADRID, 27 (SERVIMEDIA)
El Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) acordó este martes por unanimidad designar como nuevos magistrados del Tribunal Constitucional (TC) al presidente de la Sala Tercera del Tribunal Supremo, César Tolosa, y a la expresidenta de la Sala Cuarta del alto tribunal, María Luisa Segoviano.
Los vocales progresistas renuncian así a mantener la candidatura de José Manuel Bandrés en una decisión tomada poco antes del inicio del Pleno extraordinario del Consejo convocado a petición de los vocales conservadores, en un segundo intento por desatascar los nombramientos pendientes y tras meses de retraso en la decisión.
El Pleno extraordinario comenzó a la hora señalada con la asistencia de todos los vocales. De ellos, Carmen Llombart, José Antonio Ballestero, Pilar Sepúlveda, Gerardo Martínez Tristán, Enrique Lucas, Juan Manuel Fernández, Roser Bach y Ángeles Carmona asistieron telemáticamente.
Finalmente, la decisión de los vocales progresistas de apoyar a la magistrada progresista María Luisa Segoviano en lugar de José Manuel Bandrés ha permitido que culmine la renovación del Tribunal Constitucional por parte del Consejo General del Poder Judicial, que estaba pendiente desde junio.
En el momento de la votación, los vocales Mar Cabrejas, Álvaro Cuesta, Clara Martínez de Careaga, Pilar Sepúlveda y Concepción Sáez manifestaron que renunciaban al candidato que habían propuesto, el magistrado de la Sala Tercera del Tribunal Supremo José Manuel Bandrés, “por sentido institucional”.
De este modo, el TC tendrá ahora que convocar un pleno en el que dará el placet a sus cuatro nuevos miembros, los dos ahora designados por el CGPJ y los dos que ya nombró el Gobierno: el exministro de Justicia Juan Carlos Campo y la exdirectora general de Presidencia Laura Díez, que sustituirán a dos magistrados conservadores Pedro González-Trevijano, actual presidente, y Antonio Narváez.
La elección de Tolosa (conservador) y de Segoviano (progresista) pone fin a la profunda crisis institucional que se abrió por el bloqueo de la renovación del TC que correspondía hacer en junio pasado y certifica el cambio de fuerzas dentro del tribunal de garantías, que pasará a tener mayoría progresista.
Pierde vigencia así la polémica sobre la reforma legislativa pensada para modificar las reglas de elección de los magistrados del Constitucional por el CGPJ, que rebajaba la mayoría cualificada de tres quintos para su elección por una mayoría simple. Medida con la que el Gobierno pretendía desbloquear la parálisis provocada por la negativa de los conservadores a culminar el relevo.
Ese cambio fue paralizado la pasada semana por el TC que acordó la medida cautelarísima de detener la tramitación parlamentaria de dos enmiendas, lo que ahondó aún más en la crisis institucional entre el Poder Legislativo y el tribunal de garantías, que por primera vez adoptaba una medida sobre una norma que aún no estaba en vigor. Queda por ver si el PSOE mantiene su intención de tramitar la reforma por vía urgente y en lectura única a lo largo del mes de enero, como tenía previsto.
Este es el segundo intento de votar a los candidatos. El primero se produjo la pasada semana. Con la ley actual los candidatos debían obtener el apoyo de al menos 11 de los 18 vocales que en este momento forman parte del CGPJ. Los progresistas apostaron hasta este mismo martes por Bandrés, pero en el último momento renunciaron a la candidatura por responsabilidad institucional, según dijeron fuentes de la reunión.
El pulso por la renovación el CGPJ, pendiente desde hacer más de cuatro años, y después por la del TC, se llevó por delante al presidente del Consejo, Carlos Lesmes, que presentó su dimisión el pasado 9 de octubre. La ruptura de negociaciones entre el Gobierno y el PP fue la gota que colmó el vaso.
Los conservadores del Consejo estaban muy molestos por la reforma legal que, casi tres años después de concluir su mandato, limitó la posibilidad de un Consejo caducado de seguir haciendo nombramientos, una facultad que las Cortes devolvieron parcialmente al CGPJ para que pudiera nombrar a los cuatro magistrados del TC que tocaba renovar y cuya designación supondría darla la vuelta a la relación de fuerzas en el Constitucional, hasta ahora de mayoría conservadora.
Ahora el Constitucional tendrá que convocar un Pleno en el que se someterá a examen a los cuatro candidatos. Todos ellos son magistrados de dilatada trayectoria, juristas con años de experiencia a sus espaldas y larga experiencia profesional. Una vez nombrados los nuevos magistrados el Pleno tendrá que proceder a elegir a su presidente, que según lo previsto será Cándido Conde-Pumpido.
CURRÍCULUM
César Tolosa Tribiño es magistrado de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo desde 2014 y presidente de la misma desde 2020. Ingresó en la Carrera Judicial en 1982. Como juez prestó servicio en los Juzgados de Distrito de Molina de Aragón y de Arenas de San Pedro y en el Juzgado de Primera Instancia número 5 de Palma, donde permaneció hasta que en 1984 obtuvo destino en la Magistratura de Trabajo número 1 de Santander.
Cuatro años después fue destinado al Juzgado de lo Social número 1 de Santander y en diciembre de 1989 se incorporó a Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria. En 1993 fue nombrado presidente del TSJ cántabro, cargo que ejerció hasta su nombramiento como magistrado del Tribunal Supremo en 2014. Tolosa fue decano de los Juzgados de lo Social de Santander entre 1985 y 1989 y es miembro de la Sala de Gobierno del tribunal Supremo desde diciembre de 2019.
Autor de numerosas publicaciones científicas, es profesor de la Universidad de Cantabria desde 2009 y ha sido director y ponente en numerosos cursos del Consejo General del Poder Judicial, así como de otras instituciones.
Entre otras actividades, es miembro de la Comisión Científica del Congreso Nacional de Derecho Sanitario, ha participado en el Fórum de Magistrados del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (Luxemburgo, 2016) y en la reunión del Consiglio di Stato de Italia-Tribunal Supremo de España Sala Tercera (2017). Está en posesión de la Cruz de primera Clase de San Raimundo de Peñafort y de las Medallas al mérito Policial y de la Guardia Civil.
Por su parte, María Luisa Segoviano ingresó en la Carrera Judicial en 1987, siendo su primer destino el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Bilbao. Dos años después, fue destinada al Juzgado de lo Social número 1 de Valladolid, donde permaneció hasta 1996, año en el que fue nombrada presidenta de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
Segoviano ejerció dicho cargo hasta su nombramiento, en 2006, como magistrada de la Sala Cuarta del Tribunal Supremo, de la que fue nombrada presidenta en octubre de 2020, convirtiéndose así en la primera mujer en presidir una sala del alto tribunal.
Antes de su ingreso en la Carrera Judicial, Segoviano aprobó la oposición como secretaria de Magistratura de Trabajo y ejerció como tal en Barcelona, Palencia y Valladolid desde 1974 hasta 1987.
Autora de obras como ‘Derecho Social de la Unión Europea’, ‘Principios esenciales de Derecho del Trabajo’, ‘El principio de igualdad de trato en materia salarial en el ámbito de las Administraciones Públicas’, ‘La responsabilidad en la Seguridad Social’ o ‘Igualdad en el mundo del trabajo y en la empresa’, ha publicado también numerosos artículos doctrinales.
Además, participó en actividades formativas del Consejo General del Poder Judicial y es vocal de la Junta Electoral Central, cargo para el que fue designada entre 2012 y 2017, para el que volvió a ser designada en febrero de 2020.
Presidenta de la Academia de Legislación y Jurisprudencia de Valladolid desde 2016, es académica de honor de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España desde 2018 y académica honoraria de la Academia de Jurisprudencia y Legislación de Extremadura desde 2019. El pasado mes de noviembre recibió el Premio Pelayo para juristas de reconocido prestigio.
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