MADRID, 20 (SERVIMEDIA)
El Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, afirmó este viernes, tras recibir el Premio Nueva Economía Fórum 2022, que “la única forma de que el fin de la guerra garantice una paz mínimamente permanente es que Rusia no la gane, no ocupe Ucrania, y no la convierta en un Estado títere”.
Así lo manifestó en su intervención en el Teatro Real de Madrid durante la ceremonia en la que recibió el Premio de Nueva Economía Fórum 2022 al desarrollo sostenible, la geopolítica y la cohesión social.
El acto estuvo presidido por el presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, y en el mismo también intervino la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, y Javier Solana, que fue secretario general de la OTAN (1995-1999) y Alto Representante del Consejo para la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea (1999-2009).
Josep Borrell esgrimió ironía para, después de agradecer la presencia de las autoridades y amistades, lanzar un saludo a los servicios de inteligencia rusos, de los que dijo que “después utilizarán cada palabra que diga debidamente retorcida para ponerme en la peor de las situaciones”
Borrell se preguntó qué había hecho para merecer el Premio de Nueva Economía Fórum 2022, y afirmó que “algo debo haber hecho, y sí, seguro que el presidente Putin estaría de acuerdo en que algo he hecho, porque en sus conversaciones privadas y en algunas declaraciones públicas me hace directamente responsable de que la Unión Europea esté involucrada en la guerra de Ucrania”. Y añadió que “si él lo dice debe ser verdad, pero no, la Unión Europea no participa, no somos parte de la guerra, no queremos serlo”.
El Alto Representante defendió que “hemos tratado de evitar, y creo que hemos evitado en todo momento, convertirnos en beligerantes, porque ustedes entienden que si Europa, si los países europeos se hubiesen involucrado en la guerra de forma directa, estaríamos de una situación dramática”.
ARMAR A UCRANIA
No obstante, subrayó Borrell, “sí, estamos ayudando militarmente a Ucrania y esto es una gran novedad”, una novedad que explicó en detalle cómo se gestó. “Ocurrió a principios del año pasado, creo que fue el día de Reyes, cuando oíamos tambores de guerra, y yo visité el frente del Donbás”, ya que “la guerra no empezó en febrero pasado, empezó en 2014”.
“Recuerdo muy bien ese viaje a la estepa helada y los convoyes militares de un lado para otro, las casas destruidas, los ruidos de ametralladora, olía ya a guerra”, relató, y agregó que, en la siguiente reunión con el primer ministro ucraniano, éste le preguntó si Europa les daría armas cuando los rusos atacaran, dándolo ya por hecho que habría guerra.
“A esa pregunta yo en ese momento no pude contestar”, y pidió a la audiencia ponerse en la piel del jefe del gobierno de un país amenazado, “que es un país asociado en el que hemos invertido más de 20.000 millones de euros antes de la guerra para consolidar su democracia e impulsar su economía y te pregunta ‘si cuando me ataquen me dará usted los medios para defenderme”. Entonces, agregó Borrell, “no le pude decir que sí, porque para eso se necesita la unanimidad de 27 países”.
“No tenía cabida en nuestra imaginación que algo tan terrible como lanzar un ataque militar convencional, que va a causar decenas de miles de muertos pudiera estar en la mente todavía de un dirigente político, no lo quisimos creer”, desveló el Alto Representante. “Cuando la madrugada del 24 de febrero a las cinco de la mañana sonó el teléfono ya supe qué había ocurrido”, dijo, y añadió que en ese instante “me di cuenta de que la historia había girado una página y entrábamos en una nueva era”.
LA RESPUESTA EUROPEA
El vicepresidente de la Comisión Europea señaló que “inmediatamente nos pusimos en marcha y todos empezamos a hacer listas de las sanciones económicas que íbamos a imponer a Rusia, como siempre”, pero, se preguntó si no se podía hacer más, ya que “ese país es nuestro ‘partner’, si Rusia puede invadir Ucrania y colocar un gobierno títere en Kiev como lo tienen en Bielorrusia y su frontera es la frontera con la UE, dónde queda nuestra seguridad”.
Entonces, aseveró, pensaron en el Fondo para la Paz, creado para otros países y contextos, y afirmó que comenzaron a poner en duda afirmaciones que se daban por sentencias como que “es que no se ha hecho nunca y, claro, alguna vez tiene que ser la primera”. Gracias a ello, y en menos de 36 horas, los 27 Estados miembros acordaron usar dicho fondo para armar a Ucrania en su defensa de la agresión rusa.
Con esa ayuda en armamento, “unida a la económica, macro financiera, humanitaria de todo tipo, estamos ya cerca de los 50.000 millones de euros y eso nos sitúa por encima de cualquier otro país o cualquier otro grupo regional, por encima de Estados Unidos” en el respaldo a Ucrania, sostuvo Borrell, que admitió que, no obstante, “la ayuda militar de Estados Unidos ha sido determinante”.
DERROTAR A RUSIA
“Ucrania tiene que ganar”, enfatizó el Alto Representante, que rechazó las posturas de aquellos que le piden parar de ayudar a Ucrania ya que sostienen que “cuanto más le ayudan es más dura la guerra y más muertos hay”. Borrell respondió, “y si paro de ayudarla qué pasará, no te importa cómo se acabe la guerra si la guerra se acaba, pero lo importante es cómo se acabe”.
“La única forma de que el fin de la guerra garantice una paz mínimamente permanente es que Rusia no la gane, no ocupe Ucrania, no la convierta en un Estado títere y no se nos coloque en su frontera esperando la siguiente ocasión”, aseveró.
“Por lo tanto esta guerra solo se puede terminar de manera que se puedan exigir responsabilidades políticas y morales a quien la inició, y a los que la llevaron a cabo”, y de forma que “Ucrania pueda recuperar su soberanía y su integridad territorial, y de que Rusia pague por los destrozos que ha causado”, sentenció Borrell.
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