MADRID, 17 (SERVIMEDIA)
El Ayuntamiento de Barcelona homenajeó este sábado a las víctimas de los atentados del 17 de agosto de 2017 en la ciudad condal y en Cambrils, en los que murieron 16 personas y 152 resultaron heridas. En una breve alocución inicial, se han recordado las palabras del autor musulmán y premio Príncipe de Asturias, Amin Maalouf, nacido en Líbano, que reivindica la “cultura de la paz” y advierte de que “el enemigo más grande del ser humano es la ignorancia”.
El acto de homenaje comenzó a las 10 horas con la asistencia del alcalde, Jaume Collboni, y un grupo de afectados, familiares y representantes de distintas instituciones. El sobrio acto se celebró en Pla de l´Os, en la Rambla, donde se encuentra el Memorial en recuerdo de las víctimas del atropello masivo.
El homenaje comenzó con un minuto de silencio, con la música en directo del ‘Cant dels Ocells’ a cargo del violonchelista Marçal Ayats, y después se realizó una ofrenda floral de víctimas y familiares, primero, y de representantes institucionales, después.
Poco antes de las cinco de la tarde del 17 de agosto de 2017, una furgoneta blanca recorrió más de 500 metros en la Rambla atropellando a quienes se encontraban en la zona central del paseo. Unas horas después Daesh reivindicó el atentado. Durante la madrugada posterior, otro atentado sacudió la localidad de Cambrils.
Al inicio del acto, la maestra de ceremonia hizo un breve discurso en el que mencionó al literato Maalouf cuando pone en valor el “diálogo” entre las personas como antídoto del odio. El escrito defiende a lo largo de su obra el “respeto” y conocimiento mutuo y critica la “falta de curiosidad generalizada” porque “el enemigo más grande del ser humano es la ignorancia”.
“Estamos aquí para defender la cultura de la paz, que se nos presenta como más necesaria que nunca” para “hacer la vida transitable. Estamos aquí para honrar la memoria de las víctimas, de sus familiares y de su entorno”, concluyó la maestra de ceremonia antes de pedir un minuto de silencio sepulcral.
En primera línea se encontraban las víctimas que sobrevivieron y, de manera destacada, lo padres del niño de 6 años muerto en el atentado, Alessandro Kadman, que tenía doble nacionalidad australiana y británica. Su madre resultó herida grave y se encontraba en el centro del grupo sentada en un silla y llorando durante el tiempo que duró el acto.
Todos ellos portaban claveles blancos que se plantaron en tres jardineras situadas en el lugar del atentado como recuerdo. Supervivientes, familiares de los fallecidos y afectados fueron pasaron en primer lugar para depositar las flores.
A continuación, en una segunda fila, procedieron a la ofrenda floral las autoridades asistentes encabezadas por el alcalde de Barcelona. Junto a él depositaron flores el presidente del Parlament, Josep Rull, los consellers de Justicia, Ramon Espadaler, y de Interior y Seguridad, Nuria Parlón, y el delegado del Gobierno de Madrid, Carlos Prieto.
Después, en sucesivas oleadas hicieron su ofrenda representantes de los Mossos d’Esquadra, los servicios de Emergencias, sanitarios y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como de todas las personas que contribuyeron en los momentos posteriores al atentado.
Finalizado el acto de entrega floral, la Rambla se envolvió en un silencio profundo y ciudadanos anónimos pudieron acercarse a dejar sus flores. En las inmediaciones un grupo de familiares se manifestaban en silencio portando pancartas en las que pedían saber toda la verdad, la asunción de responsabilidades del Estado, criticando la actuación del CNI y protestando por el “abandono” de las instituciones.
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