MADRID, 27 (SERVIMEDIA)
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, consideró este miércoles que el portavoz del Grupo Municipal Vox en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, “debería apartarse” de su cargo tras el incidente con el concejal de Más Madrid Eduardo Fernández Rubiño durante el Pleno ordinario en el Consistorio madrileño del pasado viernes.
Así lo afirmó durante la rueda de prensa posterior al último Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid, donde hizo balance de la gestión realizada en la región durante el año 2023.
La presidenta regional condenó que la política se esté “instalando” en esas prácticas “tan reprochables” y condenó que concejales, consejeros o diputados tengan que tocarse o darse objetos.
En este sentido, Ayuso incidió en que “nadie debería acercarse a ningún político a su escaño si no es por cortesía”. Por ello, consideró que el portavoz municipal de Vox “debería apartarse” para evitar “la escalada en la que entramos”.
“DECIR LAS COSAS COMO SON NO ES AGREDIR”
Preguntada por si ella, con sus expresiones y alusiones, participa en ese clima político hostil, respondió que, “si decir la verdad es crear un clima de tensión, entonces tenemos un problema”.
La presidenta regional remarcó que “somos adultos y tenemos que hablar como tal”, por lo que recalcó que, “si se está pactando con personas que están condenados por delitos de sangre, se dice”, y remarcó que “el radical es el que pega tiros y el que mata, no el que lo denuncia”.
Ayuso insistió en que “si se cometen actos como pactar con comunistas que directamente van contra la empresa, la mediana empresa y la prosperidad de todos los españoles para arruinarnos literalmente como así hacen con todas sus medidas, se dice”.
Además, “si el Gobierno y, especialmente el presidente ya se ha abrazado, porque ahora intenta fagocitar a Sumar para intentar mantenerse en Moncloa, con políticas que van directamente contra la inversión y la prosperidad de todos los españoles y si uno denuncia que el presidente ha decidido ser más comunista que los propios de Sumar, se dice”.
La presidenta regional aseguró que decir eso no genera violencia, porque “soy una persona adulta, defiendo las cosas como las veo y no por eso tengo ganas de agredir a nadie y no por eso me acerco a los escaños de los de Más Madrid y los agredo, les entrego cosas o les hago feos”.
Ayuso defendió que tiene un respeto a sus adversarios políticos, que “están en las instituciones porque así lo han elegido otros ciudadanos”, pero aseveró que, “dialécticamente, las cosas son como son”.
Por último, denunció que “estamos perdiendo mucha libertad a la hora de expresarnos, a la hora de decir lo que opinamos”. Además, “están ocurriendo cosas gravísimas”, donde “se está reescribiendo la historia de España con Bildu en contra de la Transición, hay minorías independentistas que faltan al respeto al jefe del Estado, insultan a los que no piensan como ellos y atentan contra la inmensa mayoría de los españoles”.
Por ello, la presidenta de la Comunidad de Madrid terminó diciendo que “una cosa es decir las cosas como son y otra cosa es agredir, faltarle el respeto y el decoro al adversario”. “Es algo que yo condeno”, concluyó.
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