MADRID, 14 (SERVIMEDIA)
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, mantiene la ruptura de relaciones con el PSOE-M a pesar de que la portavoz socialista en el Ayuntamiento, Reyes Maroto, rectificó este viernes las declaraciones en las que consideró “asesinadas” a las personas mayores que murieron en las residencias de la región durante la pandemia de covid.
“Nada ha cambiado. Esta campaña contra Madrid no va a parar y los madrileños no se merecen este acoso del sanchismo, empeñado en retorcer el dolor de las víctimas”, aseguraron desde el entorno del alcalde tras conocer la rectificación de Maroto.
“Fueron 7.291 las víctimas o personas mayores asesinadas”, había dicho Maroto, unas palabras por las que el Gobierno regional anunció una querella y por las que el alcalde anunció la ruptura de relaciones institucionales.
En un comunicado difundido después por el PSOE, Maroto explicó que su intención con estas declaraciones no era “acusar a nadie de asesinato, sino destacar que estas personas fallecieron en las residencias madrileñas sin recibir tratamiento médico adecuado”. Por ello, se retractó y afirmó que “no fueron las palabras más adecuadas”, aunque aseguró que “en todo caso las responsabilidades corresponderán a la justicia”.
Además, replicó a la ruptura institucional anunciada por el alcalde con un mensaje en redes sociales, en el que señalaba que “no se puede romper lo que nunca ha existido”, mensaje que el alcalde no tardó en responder con un irónico “como tus mensajes con Aldama, que no existían”, haciendo referencia a las declaraciones de Reyes Maroto sobre su relación con el presunto comisionista del ‘caso Koldo’ Víctor de Aldama y los mensajes que supuestamente intercambió con él.
Según informaron desde el Gobierno municipal, la ruptura de relaciones implica que los ediles socialistas solo serán invitados a los actos que les correspondan como miembros de la corporación municipal. Asimismo, “se corta la comunicación con el Grupo Socialista” y “únicamente se les atenderá a través de los instrumentos legales de control que tienen en Pleno y las Comisiones”.
Por otra parte, las “reuniones que pidan los concejales socialistas a los miembros del gobierno no se celebrarán” y la ruptura afectará igualmente a las Juntas de Distrito.
Las relaciones entre PSOE y PP no han sido buenas durante este curso político. A las descalificaciones y acusaciones durante los Plenos y en atenciones a la prensa, se suma la querella del PSOE contra Almeida por sus declaraciones en relación a las investigaciones por corrupción que afectan a los socialistas.
RELACIÓN PP-PSOE
La última vez que Maroto y Almeida se reunieron fue en septiembre de 2023. No obstante, la delegada de Economía, Innovación y Hacienda del Ayuntamiento, Engracia Hidalgo, si se reunió con el PSOE en diciembre para conocer sus enmiendas a los presupuestos.
Por su parte, el alcalde no ha aceptado reunirse con Maroto en los últimos meses a pesar de las peticiones de la portavoz en distintas ocasiones para hablar sobre temas como el borrador de la ley de capitalidad.
La gota que colmó el vaso llegó ayer cuando Maroto habló sobre el documental ‘7.291’, que atribuye las muertes de ese número de personas mayores en residencias en la Comunidad de Madrid a protocolos sanitarios para que no fueran trasladados a hospitales salvo que tuvieran un seguro médico privado.
En ese contexto, dijo que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no había pedido “perdón a las víctimas de las residencias como consecuencia de los protocolos de la vergüenza” y afirmó que “fueron 7.291 las víctimas o las personas mayores asesinadas en estas residencias como consecuencia de la no derivación a los hospitales en nuestra comunidad”.
Las declaraciones motivaron que la Comunidad de Madrid anunciara hoy que se iba a querellar contra Maroto. Además, Almeida decidió romper relaciones y emitió un comunicado en el que calificó estas palabras de “inaceptables” y “nauseabundas”. “No vamos a tener ningún tipo de trato ni relación con el Grupo Municipal Socialista, es inaceptable que se haya llegado a este punto y por tanto nosotros le queremos decir a todos los madrileños que tenemos que poner un límite, que no puede ser que se estén cometiendo delitos en el ámbito de lo que es el adversario político porque esto es un delito, imputar 7.291 asesinatos en las residencias de ancianos”, afirmó el alcalde.
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