BISÁU/MADRID, 13 (SERVIMEDIA)
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, cerró en Guinea Bisáu su gira africana, que le ha llevado también a Níger y Nigeria, con una apretada agenda en Bisáu, durante la que visitó el Hospital Simao Mendes y mostró la importancia de la cooperación española en el ámbito sanitario.
El titular de Exteriores se reunió con el presidente de la República, Umaro Sissoco Embaló, realizó una visita de cortesía al primer ministro, Nuno Gomes, y firmó dos memorandos de entendimiento con su homóloga, Suzi Barbosa, sobre Educación y Cooperación en el ámbito del Deporte.
Pero una etapa clave de su viaje al país, que sufrió un intento de golpe de Estado en febrero del pasado año, cuyas huellas en forma de disparos permanecen en el Palacio de Gobierno, fue sin duda su visita al Hospital Simao Mendes, el centro público de referencia nacional, en el que la cooperación española se despliega gracias a las ONG en el ámbito de la lucha contra la desnutrición y el fortalecimiento del sistema público de salud.
LUCHA CONTRA LA MALNUTRICIÓN
A una hora ya tardía de la jornada, el jefe de la Cancillería se acercó hasta el centro hospitalario acompañado de su equipo y del director de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), Antón Leis García, para conocer de primera mano la situación y los desafíos que supone el trabajo de la cooperación española en Bisáu.
En unas instalaciones dignas, pero escasamente dotadas de medios materiales, y ante la mirada de numerosas madres cuyos hijos son atendidos en el mismo, Albares recibió un resumen de la situación en la que se encuentra la lucha contra la desnutrición infantil, ya que España destina los recursos de su programa de conversión de deuda, gestionado por el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, a este objetivo.
Las responsables de la atención de los menores atendidos en el Hospital Simao Mendes explicaron que el 70% de los niños que reciben en sus instalaciones tienen malnutrición, y además un 40% de ellos padecen cardiopatías congénitas por la mala alimentación de sus madres durante el embarazo. En Guinea Bisáu, un país de 2 millones de habitantes con una esperanza de vida de 58 años, la malnutrición representa el 89% de las muertes infantiles.
Según informaron al ministro las responsables del área pediátrica y de malnutrición, atienden cada mes a entre 15 y 20 menores, limitados solamente por las capacidades del centro sanitario, ya que llegan pacientes de todo el país, no solo de la capital.
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