MADRID, 10 (SERVIMEDIA)
La Guardia Civil ha incautado 8.946 kilos de hachís y 123 de marihuana, así como armas y vehículos en una operación contra la organización de narcotraficantes liderada por el criminal huido Carmelo Lapela, que tenía sede en el municipio de Ayamonte (Huelva).
Según informó este jueves la Guardia Civil, sus agentes, en el marco de la operación ‘Truck’, desarticularon una organización criminal dedicada a introducir hachís procedente de Marruecos mediante alijos en las riberas de los ríos Guadiana y Guadalquivir. La investigación culminó con 29 detenidos, 8.946 kilos de hachís, 123 kilos de cogollos y 736 plantes de marihuana, 11 vehículos, 1 camión y 4 armas de fuego y 18 registros domiciliarios.
Además se desmantelaron varias ‘guarderías’ donde se guardaba la droga en Ayamonte (Huelva), Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) y Coín (Málaga), y se han interceptado, por patrullas de seguridad ciudadana o de la Agrupación de Tráfico, algunos transportes de droga. Una de las aprehensiones de droga tuvo lugar en la localidad de Loja (Granada), cuando un camión se disponía a transportar hachís hasta Francia.
NARCO HUIDO DE LA JUSTICIA
La investigación se inició en agosto del pasado año, cuando la Guardia Civil pudo constatar la existencia de una organización que operaba con alta capacidad operativa y logística para introducir droga en España y Europa. La rama de la organización delictiva afincada en Ayamonte (Huelva), estaba liderada por “Carmelo Lapela”, un “famoso narcotraficante”, según el instituto armado, que actualmente se encuentra huido de la acción de la justicia.
Los agentes pudieron averiguar, que la parte operativa de la organización, eran capaces de seleccionar diferentes puntos para alijar la droga en los citados ríos en función de las circunstancias de seguridad de cada momento. En el aspecto logístico, disponían de una amplia red de guarderías de droga y vehículos de carga en las provincias de Cádiz y Huelva, cercanas a los puntos de alijo, donde ocultaban la droga durante las primeras horas antes de dividir la mercancía y transportarlas a segundas guarderías.
Posteriormente, una vez que la droga ya estaba en Cádiz o Huelva, la cargaban en vehículos para trasladarla a otra guardería ubicada en la provincia de Málaga, donde quedaba oculta hasta que finalmente era recogida por camiones que transportaban la mercancía a su destino final en Europa.
SISTEMAS DE OCULTACIÓN
Una de las principales características de la organización criminal era la cantidad de recursos empleados para dificultar la localización de la droga. Disponían de estructuras ocultas con sistemas sofisticados para esconder los lugares donde tenían almacenada la droga.
En Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) contaban con una parcela rural donde aparentemente solo había un tanque de agua subterráneo al que se accedía a través de una trampilla en el suelo. Sin embargo, en otro lugar de la parcela había oculto un interruptor que accionaba un mecanismo hidráulico que desplazaba el tanque de agua, dando acceso a un zulo subterráneo donde la organización escondía la droga.
En el marco de la investigación los agentes pudieron frenar un robo de droga entre bandas criminales, lo que se conoce como ‘vuelco’. El 11 de julio miembros del cuerpo se desplazaron a Coín (Málaga) ante la sospecha de que la organización criminal había efectuado un transporte de droga hasta una de sus guarderías, y antes de interceptar el vehículo que transportaba la droga, los agentes vieron como varias personas vestidas con chalecos de Policía Nacional abordaron en plena vía pública el coche de los criminales que transportaba la droga.
En ese momento, decidieron intervenir iniciando una persecución en la que hubo disparos y que culminó con un accidente entre el vehículo huido y un camión que circulaba por la vía pública. La actuación se saldó con la detención de 1 persona y la aprehensión de 450 kilos de hachís y 3 armas de fuego.
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