La Asociación O Mural denuncia los retrasos en las actuaciones y afea que pidan el BIC, algo que ya ha hecho la asociación
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 15 (EUROPA PRESS)
El Ayuntamiento de A Coruña ha puesto en marcha el procedimiento para la declaración como Ben de Interese Cultural (BIC) los 12 murales de Lugrís localizados e el número 25 de la calle Olmos, en las paredes del antiguo restaurante Fornos.
Según explican en un comunicado, el Ayuntamiento promueve la declaración de dichas obras como BIC, para lo que contará con los informes y asesoramiento de Juan M. Monterroso, especialista en la obra de Lugrís y profesor e investigador del departamento de Historia da Arte de la Universidade de Santiago de Compostela, y de Begoña Fernández Rodríguez, profesora titular del mismo departamento.
La declaración como BIC de las obras busca “aumentar su nivel de protección”. En paralelo, el Ayuntamiento lleva a cabo diversas acciones desde noviembre del año pasado, cuando se detectaron desperfectos en el edificio, que llevaba años cerrado.
El Ayuntamiento ha solicitado a la propiedad que le facilitase el acceso al inmueble para comprobar el estado de las obras del pintor, además de notificar la situación a Patrimonio de la Xunta de Galicia.
El Ayuntamiento pudo acceder finalmente al inmueble y comprobar el estado de las pinturas, así como encargar un informe sobre su estado. Tal y como comprobaron los técnicos, los murales de Lugrís son recuperables, pero todos ellos se encuentran en mal estado de conservación, en algún caso, crítico.
Los informes encargados indican que es necesaria una actuación urgente para fijar el soporte y consolidar las pinturas, que posteriormente deberán ser objeto de una restauración para recuperar las características originales tras años de deterioro, en primer lugar por el uso del local como establecimiento hostelero durante casi 60 años y en segundo lugar por las condiciones en las que se encuentra desde su cierre, con un elevado grado de humedad.
En vista de todo ellos, el Ayuntamiento ha requerido a los propietarios de los murales, que están catalogados, que acometan actuaciones de consolidación por valor de 90.000 euros. En caso de no hacerlo, el propio Ayuntamiento acometerá los trabajos de forma subsidiaria.
O MURAL DENUNCIA LOS RETRASOS EN LA ACTUACIÓN MUNICIPAL
Por otro lado, la Asociación Cultural O Mural recuerda que advirtió por primera vez del peligro en el que se encontraban los frescos en junio de 2021. Tras la caía de una parte de una de las galerías del inmueble, en noviembre de 2022, la asociación volvió a solicitar, recalcan, la intervención del Ayuntamiento “sin obtener respuesta”.
Ante esto, decidieron intervenir en el Pleno del mes de enero de 2023 usando el escaño ciudadano. Según recuerdan, la concejala de participación, Eudoxia Neira, explicó que no habían adoptado ninguna medida relacionada con los murales y solo habían hecho actuciones de protección de la fachada. “Pese a la promesa de los concejales, todavía no se han puesto en contacto con la asociación para explicar las actuaciones que iban a adoptar”, han lamentado.
“Gracias a la presión ciudadana el Ayuntamiento finalmente ha reconocido su competencia y ha inspeccionado el inmueble y requerido a la empresa propietaria para que adoptasen medidas inmediatas de conservación de las pinturas”, comentan.
Apuntan que la propietaria es una empresa en liquidación que no atiende los requerimientos del Ayuntamiento por lo que O Mural solicitó que la Concejalía competente “ejecutase subsidiariamente las obras precisas para salvar los frescos”.
“Ahora, cuatro meses después de que lo hiciera la asociación O Mural, el Ayuntamiento contrata a dos expertos para hacer lo que ya está hecho: solicitar la declaración de los frescos como BIC”, afirman.
Sobre esto, indican que se trata de una estrategia que recuerda a la seguida por la alcaldesa, Inés Rey, con la Casa Cornide: “crear un nuevo trámite inútil en vez de ejercer sus funciones”.
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