SANTIAGO DE COMPOSTELA, 10 (EUROPA PRESS)
Expertos reunidos por el Consello da Cultura Galega (CCG) han advertido que los emigrantes gallegos retornados no palían el envejecimiento ni revierten la despoblación del rural y que incidir en esta idea “distrae de los verdaderos problemas”.
“El retorno no nos va a salvar. Y no es verdad que los retornados palían el envejecimiento y permiten poblar el rural”, ha señalado la profesora de Socioloxía en la UDC, Antía Caramés; una de las tres coordinadoras del seminario celebrado este jueves bajo el título ‘Os retornos da emigración: un vistazo multidisciplinar’.
Reunidos por el Archivo de la Emigración Galega (AEG) y el Consello da Cultura Galega, profesionales de la historia, demografía y sociología como el catedrático de la USC Xosé Manuel Núñez Seixas analizaron las características, perfiles e impacto social y económica de los migrantes gallegos que regresan a su tierra de origen.
Para la investigadora de la UDC Antía Pérez Caramés, quien retorna “tiene un motivo para hacerlo”, bien porque mantuvo los vínculos con Galicia, porque tiene algún “deber familiar” relacionado con el cuidado o una red sobre la que apoyarse “o simplemente porque su situación en el país de acogida no fue buena”.
Los expertos marcan tres grandes oleadas migratorias gallegas: la americana entre finales del siglo XIX y principios del XX, la europea de mediados del siglo XX hasta la crisis del petróleo y la más reciente, ligada a la crisis económica de 2008.
Es en esta última, que tiene un perfil de emigrante con alto nivel educativo con destino a Suiza y Reino Unido, principalmente; cuando se contabiliza mayor número de retornados, un fenómeno que se explica por las condiciones de movilidad que permiten “mantener más fuertes los vínculos”.
A ellos, se suma la que Pérez Caramés denomina la “emigración silenciosa”, formada por 315.000 gallegos que emigraron a otras partes del Estado.
La docente de la UDC, Iria Vázquez, también explicó una investigación realizada entre emigrantes a Francia y Reino Unido de unos 35 años en la que apreció una mayor propensión de los “quemados”, es decir, los que vivieron una experiencia marcada por la precaridad o la discriminación laboral, que predomina frente al “exitoso” que vuelve tras haber logrado una meta.
La pandemia y el Brexit fueron atenuantes de las decisiones de retornar que, como apuntan las expertas, constituye una decisión “más difícil” que la de salir.
POLÍTICAS DE RETORNO
Otro de los asuntos abordados en el simposio han sido las políticas de retorno, que cuantifican en 13 millones de euros a lo largo de los años con un especial impulso a partir de 2011 a través de líneas como apoyos a la juventud exterior o programas de movilidad para mayores de 65.
“La filosofía de las políticas de retorno en Galicia es asistencialista e identitaria, utilitarista, buscando incidir en el empleo, y finalmente, se aprecia una centralidad en el rejuvenecimiento de la población y en la empregabilidade de retorno cualificado”, ha señalado Belén Fernández, que ha apuntado que desde 2017 hay más llegadas que salidas de población nativa y nacida en Galicia.
Pese esto, el retorno de migrantes “está envejecido” pues casi un 60% tiene más de 55 años y, de esta forma, los jóvenes siguen siendo mayoría en las partidas desde Galicia.
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