La madre y la hermana de él aseguran que nadie les comentó nunca que acosara o vigilara a la víctima
PONTEVEDRA, 13 (EUROPA PRESS)
Los conductores que pararon en el lugar del accidente que costó la vida a Jessica Méndez, y que han declarado este miércoles como testigos en la Audiencia Provincial de Pontevedra, han destacado la “frialidad” de J.C.E.I., acusado de haber embestido a propósito con su coche al turismo de la víctima, y han señalado que en ningún momento desveló que la conocía ni les facilitó el contacto con algún familiar.
Así, ha declarado ante el tribunal una mujer, que viajaba con su pareja y que pararon al ver el siniestro. Esta testigo ha señalado que, al llegar al punto de la colisión, vio salir al acusado de su coche, y le preguntó qué había pasado, si se había dormido al volante o si le dolía algo. “Dijo que no, solo repetía que estaba bien, pero me sorprendió que no estaba nervioso, se quedó allí, observando, con frialdad”, ha explicado.
También ha relatado que, poco después, se personó el hermano de Jessica y que se dirigió a J.C.E.I., increpándole y preguntándole “qué le había hecho a su hermana”. “Ahí nos dimos cuenta de que conocía a la chica, pero no había dicho nada, ni hizo nada para avisar a la familia”, ha explicado esta testigo, que también ha indicado que fueron ella y otros testigos los que se preocuparon de buscar documentación en la guantera y, gracias a unas facturas de un taller, pudieron avisar a este establecimiento y sus responsables llamar a la familia de Jessica.
Por otra parte, ha señalado también que, al lugar del accidente, acudió la madre del acusado, que en un momento dado se dirigió al hermano de la víctima, que estaba llorando, diciéndole: “No te pongas así, que mañana tu hermana está bailando sobre una pierna”.
Otra testigo que ha comparecido este miércoles ante el tribunal, ha coincidido en señalar que J.C.E.I. estaba “tranquilo” y que no explicó las circunstancias del accidente, limitándose a decir que había sido “muy rápido” e “dejando caer que había sido la chica la que se le había echado encima”. “Me llamó la atención que en ningún momento dijo que conocía a la chica, y nosotros estábamos desesperados por saber quién era y poder avisar a su familia”, ha indicado.
Esta misma testigo ha corroborado que el acusado estaba “expectante” y “muy pendiente” de lo que pasaba con Jessica, y que no aceptó ser atendido por los sanitarios hasta que no vio que la víctima era, a su vez, introducida en otra ambulancia.
En la misma línea, varios testigos más, que pararon donde se produjo el siniestro, han ratificado que el acusado estaba “impasible”, afirmando que estaba “bien” y “controlando la situación en todo momento, sin apartar la vista del coche de ella”.
POSIBLE FALSO TESTIMONIO
Este miércoles han comparecido también como testigos, a propuesta de la defensa, la madre y la hermana del acusado, que han defendido que no se produjo ningún incidente ni hubo motivo concreto por el que la relación entre su familia y la familia de Jessica se hubiera enfriado. Al respecto, han explicado nunca nadie del entorno de la chica o ningún vecino les dio noticias de que J.C.E.I la estuviera vigilando o acosando.
Según han relatado, ellas acudieron al lugar del siniestro “las primeras”, lo que contradice lo relatado por otros testigos, y poco después llegaron más personas, entre ellas el hermano y el novio de la víctima (que, han asegurado, llegó a amenazar de muerte al acusado).
Ante las preguntas de las partes, del madre del acusado ha negado reiteradamente que hubiera tenido ninguna conversación con el hermano de Jessica, lo que ha llevado al Fiscal a pedir que se deduzca su declaración por un posible delito de falso testimonio.
El magistrado presidente de la sala no ha aceptado la petición, aunque el representante del Ministerio Fiscal ha confirmado, a la salida de la sesión matinal de esta vista, que estudiará la posibilidad de presentar una denuncia o una querella por esa supuesta mentira de la testigo.
Por otra parte, entre los testigos interrogados esta jornada, han estado dos vecinas, madre e hija, que han confirmado que veían desde hacía años y de forma frecuente al acusado rondando la vivienda y la finca familiar de la víctima. De hecho, una de ellas ha explicado que tomó “precauciones”, como bajar completamente la persiana cuando se duchaba.
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