SANTIAGO DE COMPOSTELA, 19 (EUROPA PRESS)
El final de año parlamentario es habitual que vaya acompañado de intensas sesiones plenarias y, al coincidir con el final de la legislatura y con la idea ya asentada de la pronta convocatoria electoral, los debates han ido subiendo el tono preelectoral, aunque no solo hubo momentos de tensión, sino que algún ‘ataque’ de risa.
En la sesión de este martes, ininterrumpida desde las 10,00 de la mañana con el debate de presupuestos hasta rozar las nueve de la noche, las referencias a los candidatos no han faltado y hasta la diputada socialista Patricia Otero se animó a corear “Bes-tei-ro, Bes-tei-ro” apelando al popular José Manuel Balseiro a que lo “repitiese” con ella, porque iba a estar en este Parlamento y como “presidente” de la Xunta.
Ocurrió durante el debate de una de las cuatro mociones que se votaron en el pleno, en este caso sobre los informes del Consello de Contas que cuestionan la rentabilidad de la fórmula de peajes en la sombra. Todas las mociones fueron rechazadas con los votos del PPdeG al término de esta sesión plenaria.
Previamente, en el marco de otro debate sobre las medidas en el ámbito de la ciencia e innovación que defiende el BNG, la portavoz adjunta de esta formación, Olalla Rodil, sufrió un ataque de risa en su réplica al diputado Moisés Rodríguez-Pérez (PP), quien había citado a su tía ya fallecida para recordar que acudía a Portugal a comprar ‘pitos’ (pollos recién nacidos) y les ponía una bombilla para mantenerlos en calor.
Hablando de la carrera investigadora, Rodil le reclamó al PP que le diese argumentos para rechazar la iniciativa más allá de lo que hacía su “abuela” y acabó ironizando con que, con las políticas de la Xunta, los investigadores van a estar “más ateridos” que los pollos que “traía su abuela de Portugal”, lo que le acabó por provocar un ataque de risa, al igual que ocurrió con buena parte del hemiciclo, y del que acabó por recomponerse pasado al menos un minuto.
TENSIÓN DEL PLENO ININTERRUMPIDO
Al margen de estos momentos, la tensión de un pleno ininterrumpido y que acumuló horas en las bancadas del hemiciclo (de cuyo color de asientos del gobierno también se aventuró a hablar Balseiro), se produjo en el penúltimo debate, cuando el portavoz del Grupo Socialista, Luis Álvarez, pidió la palabra para aclarar una alusión que el presidente de la Cámara, Miguel Santalices, no interpretó en un primer momento que encajase en el reglamento de la Cámara.
Los socialistas mostraron su desacuerdo y hasta desde sus bancadas se habló de “cacicada”, calificativo que Santalices rechazó dirigiéndose al diputado que lo había pronunciado para pedirle que no tenga siempre ese tipo de actitudes hacia él.
Tras el debate de la moción que seguía y antes de las votaciones, Santalices quiso “rectificar”, porque es de “sabios” y aclarar que tras consultar con los servicios de la Cámara, le iba a dar la palabra a Luis Álvarez para que pudiese replicar a Balseiro.
Ante el revuelo una vez más en el hemiciclo, en el que le llegaron a decir que era de “primero de primaria” que tenía que haberlo hecho así desde el inicio, defendió el derecho a equivocarse y apeló a que en otros parlamentos “se cesa al letrado”. “Miren a Cataluña o al Congreso, sin ir más lejos”, les espetó.
Finalmente, Luis Álvarez dio las gracias por la oportunidad de explicar su postura expresada en un debate anterior, referido a unos conos atornillados en la vía rápida Nadela-Monforte y a la reconstrucción de la LU-651. “200 metros hundidos en el año 2022, van a tardar cinco años, si se divide da 40 metros al año, que es la velocidad a la que repara y construye infraestructuras la Xunta”, le devolvió ante las críticas por el viaducto de la A-6, que salió a colación este martes en varias ocasiones por las declaraciones del candidato del PSdeG a la Xunta.
También durante el último debate, en este caso la diputada popular Begoña Freire censuró al BNG que se “pueda pactar” con “Junts, Bildu, con terroristas…” pero que en las políticas de vivienda el Bloque critique que se sienten en la comisión que evalúa las zonas tensionadas el sector inmobiliario.
Las mociones fueron debatidas ya al filo de las 21 horas con únicamente 69 diputados en la sala, frente a los 74 que estaban en la votación de las leyes, sobre las 18 horas. Entre ellos, no estuvieron a última hora el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, que mañana, junto a Álvarez, protagonizarán la última sesión de control al gobierno de este año.
- Te recomendamos -