Alumnos que hacen la selectividad en la Facultad de Comunicación de Santiago aprovechan los descansos para repasar e intercambiar impresiones del último examen
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 4 (EUROPA PRESS)
Los nervios y los repasos de última hora son las principales maneras que tienen los alumnos de afrontar la Avaliación para o Acceso á Universidade (ABAU) en Galicia, unas pruebas que han arrancado este martes y que para algunos incluso puede ser la puerta de entrada hacia un ciclo superior de Formación Profesional (FP).
Más de 13.400 estudiantes gallegos –casi 2.900 en Santiago– están llamados a participar en lo que anteriormente se conocía como selectividad a lo largo de tres días, hasta el jueves 6 de junio, en una decena de localidades. Será la última con el modelo covid, que se caracteriza por una mayor optatividad a la hora de realizar los ejercicios, porque desde el año que viene estará más concebida
Este martes, a partir de las 9.00 horas, los aspirantes empezaban a ocupar las aulas para recibir unas pautas de cómo se iba a desarrollar la ABAU, unas instrucciones que prácticamente son de sobra conocidas para ellos.
Antes del inicio del primer examen a las 10.00 horas, que como novedad este año ha sido el de Lengua Gallega y Literatura, los jóvenes han llenado los pasillos de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de Santiago y la mayoría, pese a saber que la tranquilidad iba a ser su mejor aliada, reconocían ante el micrófono de Europa Press que estaban “nerviosos”.
“Hay que estar calmados, si no se lleva mal. Puede que alguno salga regular y, si estás nervioso, puede salir peor”, explica Pablo Penide, alumno del IES Manuel García Barros de A Estrada (Pontevedra) que pretendía estudiar Educación Primaria, preferiblemente para ser profesor de Música. Antes del primer examen, deseaba que “ojalá” cayese lo que llevaba más estudiado.
Un compañero suyo, Adrián Castro, cuenta que la parte que más se preparó fue la de sociolingüística, concretamente los prejuicios sobre el gallego –precisamente lo que acabó cayendo–, aunque las semanas previas a la ABAU las afrontó como un “repaso” de lo ya dado durante el curso. Su intención es poder entrar en una ingeniería, “si puede ser informática”.
LOS NERVIOS “HAY QUE SABER CONTROLARLOS”
Otras dos alumnas del IES Manuel García Barros que quieren entrar en INEF (Educación Física y Deporte) no ocultaban sus nervios iniciales. Natalia confesaba que era “lo normal”, pero que “hay que saber controlarlos”. Su compañera, Arabia, reconocía que solo se relajará “una vez hecho el primero”, el de Lengua Gallega y Literatura.
También había entre los pasillos de la Facultad de Ciencias de la Comunicación quien llegaba a la selectividad desde un FP superior, también para poder acceder a un grado universitario. Es el caso de Lara González, quien quiere entrar en Educación Infantil: “Lo llevo bien, solo llevo dos asignaturas, Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales y Portugués”.
Ekaitz Fidalgo, estudiante del IES Rosalía de Castro de Santiago, quiere hacer el camino opuesto: de Bachillerato a FP. “Solo vengo para tener la EBAU, por si más tarde me apetece entrar en la universidad”, ha indicado a Europa Press.
No obstante, en las últimas semanas se dedicó “todo el rato al estudio, sin salir de casa ni nada”. Fueron días de “estrés”, algunos “también con ansiedad”, cuenta Fidalgo.
Por su parte, su compañera Araceli Fernández, también del IES Rosalía de Castro, reconocía estar “tranquila” porque estudió “mucho” durante semanas, si bien justo el día previo aprovechó y salió “a tomar algo” para relajarse. Ella quiere entrar en un Grado en Filosofía, Política y Economía que se imparte en Barcelona.
DESCANSO TRAS EL PRIMER EXAMEN
Una vez roto el hielo con el examen de Lengua Gallega, los alumnos volvían a ocupar los pasillos durante media hora, principalmente para comentar la dificultad de las preguntas y cuáles habían hecho. Eso sí, otros se apresuraban a coger los apuntes de la siguiente prueba, la de Lengua Extranjera –por lo general, inglés–, que ha arrancado a las 12.00.
Celia González, estudiante del IES Rosalía de Castro, ha ido al de Lengua Gallega “muy tranquila”, menos nerviosa de lo que esperaba, y con “buenas sensaciones”, aunque ha admitido que “algunos ejercicios podía haberlos hecho mejor”.
Era una de las que no aprovechaba para repasar la asignatura de inglés: “Muchas veces creo que, por agobiarme demasiado repasando cada cosa, en el examen me confundo cuando en realidad ya me lo sabía”. Celia quiere entrar en Historia, en Santiago, “y si no pues en Educación Primaria o Infantil”.
Quien no ha ido “muy preparado” para la prueba de Lengua Gallega es Iago Castro, del IES de Cacheiras de Teo (A Coruña), pero proque “no hay mucha teoría que estudiar”. No obstante, le ha salido “bien” y espera tener “un buen resultado”.
Con el mismo optimismo afronta el examen de Inglés, para el que no necesita repasar en la media hora de descanso: “O lo sabes o no lo sabes, ahora en 15 minutos no vas a aprender inglés”. Iago, que quiere entrar en INEF aunque no descarta hacer un ciclo, como opción B, afronta las tres jornadas de la ABAU “de risas y pasándolo bien”, con los nervios justos.
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