Por su parte, la Xunta pone en valor la Rede de calidade do aire de Galicia, con 47 estaciones
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 19 (EUROPA PRESS)
El 28% de la población de Galicia respiró aire contaminado según los nuevos límites legales estipulados para 2030 por el Parlamento Europeo, según Ecoloxistas en Acción.
Este es uno de los datos que se desprenden del informe elaborado por Ecoloxistas en Acción, que analiza la información recabada en 56 estaciones oficiales de medición de la calidad del aire instaladas en Galicia.
Así, destacan que durante 2023 la calidad del aire en el conjunto de Galicia mejoró con respeto a los años 2022 y anteriores a la pandemia, con una reducción significativa de los niveles de partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono troposférico (El3), en porcentajes que oscilan entre lo 15% y el 73% con respeto a las medias del período 2012-2019.
Sin embargo, apuntan, esta mejora “no fue suficiente para garantizar un aire realmente limpio para toda la población gallega”. El informe toma como referencia los nuevos valores límite aprobados por el Parlamento Europeo el pasado 26 de abril, que deberán alcanzarse antes de 2030.
De acuerdo con esos umbrales, el aire contaminado afectó en 2023 a una cuarta parte de la población gallega, la residente en las áreas metropolitanas de A Coruña y Vigo.
Considerando la normativa legal aún vigente, no hubo población que respirara aire contaminado ni superficie expuesta a niveles de contaminación que perjudican la vegetación, por encima de los obsoletos límites legales actuales.
Si se tienen en cuenta los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), “mucho más estrictos que los límites legales vigentes y nuevos, y el objetivo a largo plazo de la UE para proteger la vegetación”, el aire contaminado afectó en 2023 la totalidad de la población gallega.
En cambio, por la caída del ozono troposférico (El3) todo el territorio gallego estuvo libre de niveles de contaminación que dañan la vegetación. La contaminación por partículas (PM10 y PM2,5) afectó principalmente las siete mayores áreas urbanas, Arteixo y el entorno de Alcoa San Cibrao y Cementos Oural (Sarria).
La peor situación para estos contaminantes se dio en el área metropolitana de Vigo, donde se superaron los nuevos valores límites legales aprobados para 2030. La polución por dióxido de nitrógeno (NO2) fue especialmente preocupante en A Coruña y Vigo, en las que en algunas estaciones incluso se incumplió el nuevo límite legal anual de este contaminante para 2030.
También se excedió el valor límite anual recomendado por la OMS en Ourense, Pontevedra, Arteixo y en el entorno de Cementos Oural (Sarria) y de la planta de regasificación de Reganosa en Mugardos. La estación de medición de la calidad del aire ligada la esta planta solo entró en funcionamiento en 2023, 15 años después de que comenzara a operar la planta.
“El cuadro general que presenta Galicia es la de un territorio con cuatro principales fuentes de contaminación, relacionadas mayoritariamente con la transformación y el uso final de energía fósil: el tráfico motorizado urbano; algunas grandes industrias; las centrales termoeléctricas de gas fósil, biomasa y, hasta octubre del año pasado, de carbón; y el tráfico marítimo”, resumen.
ZONAS DE BAJAS EMISIONES
Apuntan también que pasado año y medio del plazo para que todos los municipios de más de 50.000 habitantes establezcan zonas de bajas emisiones, para mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) causante de cambio climático, Ferrol, Lugo, Ourense, Santiago y Vigo aun no las implantaron, mientras la aprobada en A Coruña es “anecdótica por su mínima extensión, siendo más ambiciosa la de Pontevedra”.
Asimismo, afean también y tachan de “lamentable” que los municipios con mayores problemas de contaminación, A Coruña y Vigo, carezcan de protocolos de actuación frente a episodios de contaminación atmosférica, mientras la Xunta actualizó recientemente el protocolo autonómico.
LA XUNTA REIVINDICA LA REDE DE CALIDADE DO AIRE
Por su parte, la directora xeral de Enerxías Renovables e Cambio Climático, Paula Uría, ha puesto en valor este mismo miércoles la Rede de calidade do aire de Galicia, “impulsada con el fin de verificar que se cumplan los objetivos de la normativa vigente en este campo y consolidada como una de las mejores y más completas de todo el país gracias a un proceso constante de renovación, ampliación y optimización”.
Actualmente el sistema cuenta con 47 estaciones repartidas por toda Galicia.
La responsable autonómica se ha referido a modo de ejemplo a la reciente incorporación del punto de control y medición de la calidad del aire de A Cabana, localizado en el ayuntamiento de Ferrol y propiedad de Endesa Generación SAU.
En este sentido, Paula Uría ha explicado que la empresa se ofreció a cederle a la Xunta gratuitamente esta estación, que evalúa desde el año 2008 los datos de la calidad del aire de Ferrolterra.
Se trata de una estación de tipo industrial suburbana en el entorno de la ensenada de A Malata, situada en un entorno industrial, comercial y residencial a algo más de 30 kilómetros de la central térmica de As Pontes, que se encuentra en proceso de desmantelamiento. D
De este modo y con la cesión acordada entre ambas partes en el mes de marzo, se garantiza que la ciudad departamental y su área metropolitana sigan disponiendo de dos estaciones.
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