PONTEVEDRA, 4 (EUROPA PRESS)
El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha ratificado la sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número uno de Pontevedra que resolvió a favor de unos padres condenando al Servizo Galego de Saúde (Sergas) a indemnizar con 50.000 euros, a la familia de un niño que, cuando tenía 13 años perdió un testículo por una mala actuación médica.
La sentencia, publicada por PontevedraViva y recogida por Europa Press, concluye que hubo una “pérdida de la oportunidad terapéutica que derivó en daños irreversibles”. El menor había sido diagnosticado de una infección y le prescribieron antibióticos cuando padecía una torsión testicular.
Los hechos se produjeron en marzo del año 2019, cuando los denunciantes acudieron a un centro de salud con su hijo que presentaba “un fuerte dolor en su testículo izquierdo, del que recibió una asistencia, sin que fuera después derivado a los servicios hospitalarios o especialistas”.
Según recoge la sentencia del TSXG, la situación del menor se agravó, por lo que, dos días después, lo llevaron a Urgencias del Hospital Provincial, donde fue explorado y diagnosticado de una lesión de torsión y necrosis “por la que se le practicó inmediatamente una orquiectomía radical, tras lo cual se le implantó, en septiembre del 2020, una prótesis testicular provisional”.
Los padres denunciaron porque no les pidieron consentimiento informado para la extirpación del testículo y por una “actuación negligente y errónea en el diagnóstico y la necesidad de extremar la diligencia asistencial” reclamando del Sergas una indemnización cifrada en 83.779,90 euros, que fue denegada por la Consellería de Sanidade “al entender que la actuación facultativa y asistencial se había ajustado a los parámetros de una buena praxis médica”.
El Sergas también justificó la ausencia del consentimiento informado por la necesidad de la intervención urgente y vital del niño, un argumento que comparte la sentencia del juzgado, de diciembre del año pasado.
En el resto de acusaciones, el fallo resolvió a favor de los padres y estableció que el Sergas debería abonar una indemnización de 50.000 euros, resolución que acaba de confirmar el TSXG en una sentencia que no es firme.
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