Advierte que un accidente con consecuencias “catastróficas” no puede quedar solo bajo la protección del maquinista
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 1 (EUROPA PRESS)
El riesgo en la curva de A Grandeira, donde se produjo el accidente del tren Alvia en julio de 2013, con el resultado de 80 muertos y 145 heridos, se incremento entre 1 y 10 millones de veces al retirar el sistema de control ‘ERTMS’ y dejar la gestión de un posible exceso de velocidad en el maquinista.
Así lo ha afirmado el ex jefe de seguridad de la Agencia Ferroviaria Europea (ERA), Chistopher Carr, durante su comparecencia en el juicio, donde ha resaltado que un accidente con consecuencias “catastróficas” no puede quedar solo bajo la protección del maquinista.
En este sentido, ha destacado que Adif y Renfe tenían la “obligación compartida” de hacer una evaluación de los riesgos y posterior gestión de los mismos.
De acuerdo con su declaración ante el fiscal, tanto la directiva de seguridad de 2004 como el reglamento para un método común de seguridad de 2009 son aplicables a la línea Ourense-Santiago. “La obligación de hacer análisis de riesgos no nace en 2010 sino en 2004, el método es solo una forma de hacerlo”, ha explicado.
“TODOS LOS SUBSISTEMAS”
Además, ha subrayado que el reglamento es aplicable “para todos los subsistemas, para todo el proyecto”, y no solo para el de control, mando y señalización, como está sosteniendo Adif, cuyo ex director de seguridad en la circulación, Andrés Cortabitarte, está procesado precisamente por el análisis de riesgos.
En su intervención, Carr ha advertido de que “hay que tener en cuenta que cambios pequeños combinados pueden producir un impacto mayor” en el sistema.
LA DESCONEXIÓN, “CAMBIO SIGNIFICATIVO”
Asimismo, en el interrogatorio del representante del Ministerio Público, este ha querido saber si se produjo una modificación relevante al desconectar el equipo embarcado del ‘ERTMS’ teniendo en cuenta que otros trenes circulaban con ‘Asfa’ por la línea.
Al respecto, Carr se ha ratificado en que ese fue un “cambio significativo”, que exige evaluación. En cualquier caso, ha dicho que desconoce si se estudió.
COMO IGLESIAS Y TAMARIT
En el turno del representante de Apafas, que ha dado las gracias explícitamente a la plataforma por motivar la participación del responsable de la ERA en el juicio, Carr ha indicado que considera, tras hablar con expertos en factor humano, que el riesgo en Angrois pasó “de 10 a la -9 –que es la tasa de error del ‘ERTMS’– a 10 a la -2 o 10 a la -3 –la del fallo humano–“.
Está en la línea con lo que sostuvieron en sede judicial los expertos en ‘ERTMS’ Jorge Iglesias y Jaime Tamarit, del laboratorio de interoperabilidad del Cedex.
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