El gobierno local confirma que el permiso para usar la terraza se otorgó el 13 de junio, un mes después de iniciado el festival
VIGO, 17 (EUROPA PRESS)
El grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Vigo ha denunciado este lunes que el festival Terraceo, que se celebra desde 2020 en la terraza sobre la cubierta del Auditorio Mar de Vigo y estos días está en su quinta edición, no dispone de licencia para el uso de ese espacio, y no la ha tenido tampoco en las ediciones anteriores.
En una rueda de prensa, el portavoz del grupo, Miguel Martín, ha explicado que el Terraceo se ha encontrado este año con una circunstancia que no se había producido hasta ahora (salvo mala previsiones meteorológicas): los conciertos se están celebrando en el interior del Auditorio, al no disponer de licencia la promotora para usar la terraza.
Según ha explicado el concejal ‘popular’, el motivo por el que las actuaciones no se han podido hacer en la terraza no es otro que la falta de ese permiso. Así, ha señalado que la promotora del festival, que es la misma empresa que gestiona la programación cultural del Auditorio, solicitó la licencia el pasado 7 de marzo y le fue denegada por la necesidad de aportar documentación y, ha explicado el edil, su grupo está a la espera de que el gobierno le informe sobre cómo está la tramitación de esa solicitud.
Pero el PP ha ido más allá y ha advertido de que esa licencia no fue otorgada en las ediciones anteriores, sino que el Ayuntamiento otorgó una simple autorización en base a una premisa errónea: la administración municipal daba por hecho que podía autorizar el uso de la terraza porque la promotora del festival es la concesionaria del Auditorio.
Miguel Martín ha señalado que la concesión a la empresa no es sobre todo el Auditorio, sino solo de algunos espacios y, precisamente, la terraza no está incluida, como tampoco lo está la cafetería de la séptima planta, al lado de esa terraza.
Esta circunstacia ya existía cuando se inició el festival, en 2020, y en aquel momento, la Asociación de Productores Técnicos de Espectáculos de Galicia (APTEGA) se dirigió al Ayuntamiento para preguntar por la licencia y la titularidad de ese espacio. El Ayuntamiento respondió alegando que la concesionaria era titular y que tenía las “autorizaciones municipales oportunas”.
Esto quiere decir, ha incidido el portavoz del PP, que estos años el Terraceo se ha celebrado con una “autorización irregular” y la alarma saltó a raíz de una intervención de la Policía Local el pasado mes de diciembre, cuando se estaba celebrando una cena de empresa en la cafetería anexa a la terraza, y se descubrió que la concesionaria no podía disponer de ese espacio.
RESPUESTA DEL GOBIERNO LOCAL
Tras la denuncia hecha por el PP en rueda de prensa, el portavoz del gobierno municipal de Vigo, Carlos López Font, ha remitido unas declaraciones a los medios en las que tilda a Miguel Martín de “completo ignorante” porque “no estudia lo más mínimo” las cuestiones que plantea, y le acusa de “mentir reiteradamente”.
Así, ha asegurado que el Terraceo tiene autorización para usar la terraza del Auditorio Mar de Vigo “desde el pasado 13 de junio”, es decir, más de un mes después de que hubiera comenzado la actual edición del festival, y una vez que el “gestor privado” del evento aportó la documentación que le fue requerida.
Con todo, en sus declaraciones, López Font no ha aclarado si el festival tenía la licencia para usar la terraza en las primeras cuatro ediciones. En la actual, la quinta, estaban programados hasta el día de hoy seis conciertos, de los que 4 se han tenido que celebrar en el interior del recinto, otro fue aplazado (Rebeliom do Inframundo) y otro cancelado (Los Secretos y Pancho Varona).
El concejal del PP, Miguel Martín, ha constatado que, “sin quererlo”, el gobierno vigués les ha dado la razón al admitir, a su juicio, que los conciertos de este año no se han hecho hasta ahora en la terraza por falta de licencia. Y tras criticar que no haya dado explicaciones sobre anteriores ediciones, ha lamentado que “el único argumento” que le queda a Font es la “descalificación personal”: “triste consuelo para quien no sabe qué decir”.
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