SANTIAGO DE COMPOSTELA, 20 (EUROPA PRESS)
Cuando se cumplen 34 años de la aprobación en la Asamblea General de la ONU de la Convención sobre los Derechos del Niño, Unicef Comité Galicia y la Plataforma de Organizaciones de Infancia Galicia han animado a conmemorar la celebración, en el ecuador, asimismo, de la Agenda 2030, momento para evaluar el grado de cumplimiento.
“Desde una visión global y más próxima, no se puede mirar hacia otro lado en cuestiones como las cifras de pobreza infantil, los problemas de salud mental y el fenómeno del acoso y del ciberacoso en la sociedad actual”, apunta la declaración institucional firmada por la Cámara gallega –PPdeG, BNG y PSdeG–.
El texto apunta que tampoco pueden ser ajenos los datos como que uno de cada tres niños en el mundo carece de acceso a servicios básicos y que uno de cada seis vive en una zona de conflicto. Además, casi la mitad de la población infantil y adolescente vive en países muy expuestos a los efectos del cambio climático.
En una mirada cercana, el indicador Arope señala que, uno de cada cuatro niños, niñas y adolescentes que viven en Galicia está en riesgo de pobreza o exclusión social. De ellos, uno de los colectivos infantiles en situación de mayor vulnerabilidad en Galicia son los cerca de 2.300 que viven en el sistema de protección de la Xunta.
Asimismo, con motivo del Día Mundial de la Infancia, renuevan la voluntad de “tomar decisiones firmes para garantizar que, con independencia de donde viva y de cuál sea la situación socioeconómica, ningún niño y ninguna niña quede atrás, y cada uno de ellos pueda desarrollar su máximo potencial”.
COMPROMISOS
En este escenario, la Cámara gallega se compromete a promover una “mayor y más eficiente” inversión en la infancia, avanzando en la coordinación y evaluación de las políticas y programas y garantizando la dotación adecuada de recursos.
Asimismo, hacen votos para seguir impulsando políticas y acciones protectoras priorizando la preservación familiar, para que niños, niñas y adolescentes vean “reconocido” su derecho a vivir en una familia, siendo la primera opción la de su origen.
También defienden el acogimiento familiar como medida fundamental de protección cuando no sea posible la preservación familiar por no darse las condiciones necesarias, especialmente en menores de seis años, y apuestan por intensificar los medios y recursos que disponen los organismos públicos y entidades sociales que velan por el bienestar de los niños.
La declaración conjunta también se compromete a escuchar las preocupaciones y necesidades de niños, niñas y adolescentes y abordarlas de una manera transversal en la acción política, así como tener en cuenta todas las decisiones tomadas en el seno del Parlamento, los principios rectores de la Convención sobre los Derechos del Niño, con un enfoque especial en los más vulnerables.
En este sentido, defienden hacer especial hincapié en impulsar recursos de calidad y especializados, para garantizar la promoción y prevención y atención a la salud mental de la infancia y adolescencia; impulsar medidas de apoyo a la crianza; impulsar políticas de refuerzo educativo que garanticen el acceso equitativo y efectivo de una educación de calidad; promover la protección de la infancia ante todo tipo de violencia; potenciar medidas que mejoren el bienestar de los niños y niñas y adolescentes; e impulsar las medidas para asegurar el derecho a un medioambiente sano para la infancia.
Finalmente, el Parlamento gallego se reafirma en el compromiso de desplegar acciones para conseguir resultados en favor de la infancia “en un mundo con retos interrelacionados, fortaleciendo la cooperación internacional para el desarrollo y prestando especial atención a las situaciones de emergencia”.
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