Afirma que la víctima “era buen chaval, pero estafó a mucha gente”
VIGO, 27 (EUROPA PRESS)
Los tres investigados por su presunta relación con la muerte de un ciudadano portugués cuyo cuerpo fue localizado en un pozo en O Porriño (Pontevedra) han participado este viernes en una diligencia de reconstrucción de los hechos, aunque solo uno de ellos ha accedido a hablar, y se trata del único sospechoso que no está en prisión preventiva, Sergio L.M., que ha reiterado su inocencia, aunque ha incurrido en contradicciones.
La reconstrucción de los hechos se ha ceñido a los últimos pasos conocidos de la víctima (Carlos Alberto V.O., natural de Viana do Castelo, de 39 años de edad) en la ciudad de Vigo, y siempre según la versión de Sergio, ya que los otros dos investigados, Roberto D.M. y Marcos David V.E., han mantenido su mutismo.
Así, esta diligencia fue solicitada por la Fiscalía, en vista de algunas contradicciones en el relato de Sergio, explicaciones ambiguas o poco claras que, según han trasladado a Europa Press fuentes conocedoras de la investigación, ha repetido este viernes.
Este investigado sostiene que en la mañana del 13 de octubre de 2018 dejó a su hijo en una cafetería de la calle Ramón Nieto y fue a buscar a la víctima a otro local, en la misma calle, cerca del cruce con Martínez Garrido. A continuación, se dirigieron a la nave de Severino Cobas donde el investigado hacía tareas de reparación de coches.
Sobre los motivos de esa cita, ha dado varias explicaciones: que había quedado con la víctima para cerrar una operación de compraventa de chatarra y, en otra versión, que lo había convocado, obligado por los otros dos sospechosos, a quienes Carlos Alberto había estafado. En su declaración aseguró que los otros dos investigados habían agredido y engrilletado al hombre y se lo habían llevado en un furgón de Sergio, supuestamente para dejarlo desnudo en Portugal, tras lo que regresaron a devolverle el vehículo.
También incurrió en versiones diferentes acerca de los vehículos que utilizó para hacer estos movimientos, sobre la presencia o no de su hijo cuando la víctima fue introducida en el furgón, o sobre su relación con los otros dos sospechosos, de quienes dijo que no los conocía, aunque luego admitió que sí tenía relación con ellos. Además, durante la reconstrucción, hubo un momento en que Sergio comenzó a increpar y a insultarlos a gritos, al tiempo que les exigía que dijeran “la verdad”.
A lo largo de la mañana de este viernes, la comitiva judicial, junto a investigadores de la Guardia Civil y sospechosos, reprodujeron ese recorrido por Ramón Nieto, así como lo que supuestamente sucedió en la nave de Severino Cobas, y todo ello fue registrado en vídeo.
“BUEN CHAVAL, PERO ESTAFÓ A MUCHA GENTE”
El propio Sergio L.M., al finalizar la reconstrucción de los hechos, y en declaraciones a los medios, ha vuelto a relatar su versión de lo ocurrido esa mañana de octubre de hace más de cuatro años. “Ellos (en alusión a los otros investigados) se lo llevaron, lo dejaron en Portugal desnudo para que fuera a casa de su madre o donde fuera”, ha insistido.
Con todo, y tras manifestar que “ni de coña” cree que los otros dos sospechosos quedarán en libertad (como ha solicitado su abogado), ha reconocido que no podría asegurar que fueron los autores de la muerte de Carlos Alberto. “Lo que no sé es si fueron ellos o tuvieron un encargo de otra persona”, ha apuntado.
Este investigado ha vuelto a repetir que no habló antes con la Policía porque Roberto y Marcos David lo amenazaron a él y a su hijo (que también estuvo detenido, junto a una familiar, y ambos quedaron libres en sede policial).
Sobre las actividades supuestamente delictivas de la víctima, relacionadas con irregularidades en la compraventa y arreglo de coches, se ha limitado a señalar que “Carlos era un buen chaval, pero estafó a mucha gente”. “Yo, de hecho, lo dije en su momento, y lo echamos de la nave”, ha apostillado.
“AUTOINCULPADO”
El abogado Manuel Carpintero, que defiende a los dos investigados que están en prisión provisional, ha mostrado su confianza en que éstos sean excarcelados próximamente (de hecho, estaba previsto que la Audiencia de Pontevedra deliberase este viernes al respecto), ya que tanto la defensa como la Fiscalía creen que “no hay indicios en autos para mantenerlos en prisión”.
El letrado ha mantenido que ni Roberto ni Marcos David tienen relación con el crimen, mientras que el otro investigado “lleva incurriendo en contradicciones desde el principio” y en la reconstrucción de este viernes “ha contado su quinta versión” de los hechos.
Tras constatar la “credibilidad cero” de Sergio L.M., este abogado ha recordado que, tal y como figura en la causa, el propio Sergio “se autoinculpó” hablando con otras personas, a las que aseguró que había matado a la víctima. “Va contra las evidencias. Si es verdad que no hizo nada, y estuvo esperando por el furgón, lo normal sería haber dicho algo”, ha afirmado Carpintero.
Por su parte, la abogada de la acusación (en representación de la familia de la víctima), Paula Diéguez, también ha puesto de manifiesto que la reconstrucción fue solicitada precisamente por las contradicciones de Sergio y ha lamentado que, al no estar personada en el momento de su detención, no pudo solicitar su ingreso en prisión preventiva, y por eso es el único investigado que está en libertad.
No obstante, esta parte ha recurrido las peticiones de libertad del abogado de la defensa de Roberto y Marcos David, y reclama el ingreso en prisión preventiva también de Sergio, ya que considera que “los tres fueron partícipes de alguna manera”.
Asimismo, ha reconocido que Carlos Alberto tenía varias denuncias en contra en los juzgados de Vigo por supuestas estafas relacionadas con compraventa de coches y reparaciones irregulares. Precisamente, la nave alquilada por Sergio funcionaba como taller clandestino.
HALLAZGO DEL CADÁVER
La investigación de este crimen comenzó en febrero de 2021, con el hallazgo del cadáver (en estado de saponificación, semidesnudo y con un golpe en la cabeza) en un pozo situado en una finca de Cerquido en O Porriño.
Ante las dificultades para identificarlo, se llevó a cabo una compleja y llamativa diligencia, que fue la elaboración de una serie de retratos robot mediante una sofisticada y novedosa técnica de aproximación facial.
Este trabajo, junto con el hallazgo de un euro portugués al lado del cadáver, permitió identificar a la víctima posteriormente, un hombre de 39 años, natural de la localidad lusa de Viana do Castelo, cuya familia había denunciado su desaparición.
A partir de ahí, se precipitaron las pesquisas policiales, que acabaron con la detención de cuatro hombres y una mujer. La mujer y uno de los varones (prima e hijo de Sergio) quedaron libres en sede policial, mientras que, de los otros tres detenidos, dos hombres ingresaron en prisión provisional, y un tercero quedó libre con la obligación de comparecer, todos ellos investigados por un posible homicidio o asesinato.
Al margen de la reconstrucción de este viernes, la instrucción se encuentra todavía en una fase temprana, ya que quedan por realizarse diligencias como declaraciones de testigos o conocer los resultados del análisis del ADN que facilitó uno de los investigados y que será comparado con una muestra que apareció en el cuerpo de la víctima.
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