Celebra que ponga el foco en la desestigmatización de colectivos y avisa que los tratamientos sanitarios son solo “una pieza más del puzle”
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 20 (EUROPA PRESS)
La semana pasada, el Parlamento Europeo aprobaba por una amplia mayoría una resolución para reclamar a los Estados que elaboren una estrategia de salud mental a largo plazo. Entre sus principales ejes de actuación, más allá de reforzar los servicios sanitarios a tal efecto, pone en el foco la atención a colectivos vulnerables y la lucha contra la estigmatización y la discriminación.
Es esto último, precisamente, lo que celebra el Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia (COPG), porque la apuesta de la Eurocámara “piensa más en clave social y comunitaria” que en la pura asistencia clínica. “Habla de cambios sociales, no de cambios hospitalarios ni sanitarios”, destaca el presidente de la Sección de Psicología y Salud del colegio, Xacobe Abel Fernández.
En declaraciones a Europa Press, este profesional echa mano de un símil para explicar lo esencial de la estrategia: “Todo el mundo sabe que el alcantarillado es esencial para la buena salud de la ciudadanía, pero no se considera algo del ámbito sanitario. Esto es igual, busca una sociedad más sana donde la salud mental esté protegida por la propia sociedad frente a las enfermedades. Va de invertir más en alcantarillado”.
Esta apuesta europea no va solo de prevención, sino también “de bienestar y de sociedades más sanas, en general”, de ver las cosas de otra manera. Fernández pone el foco en la palabra “desestigmatización”, uno de los temas clave en la resolución de la Eurocámara.
“Va de hacer que las personas puedan ser diferentes entre sí y de tener una sociedad que lo entienda”, subraya el presidente de Psicología y Salud del Colexio de Psicoloxía. Habla de diferentes realidades, como por ejemplo identidad y orientación sexual, autismo y adolescentes, entre otros colectivos “en situación de vulnerabilidad por no ser comprendidos en su entorno”.
LA “EXCESIVA MEDICALIZACIÓN” DEL SISTEMA
Aunque Fernández cree que la estrategia, que reclama objetivos y presupuestos claros, sí puede ser una “primera piedra” para asentar esos cambios, enfría sus expectativas en el corto plazo, porque estas resoluciones “son guías que suelen tardar años en traducirse a lo concreto” y que, para ello, tienen que pasar por varias administraciones.
Con todo, Fernández sí ve que ayudará en dar pasos para acabar con la “excesiva medicalización” que todavía persiste en los servicios de salud mental, también en el gallego. “Tenemos un sistema que prima la Psiquiatría sobre la Psicología. Sigue siendo un modelo que prima la pastilla, que no resuelve un problema y lo acaba cronificando”, advierte el responsable del COPG.
Frente a ello, resalta que las instituciones europeas parecen tener claro que los tratamientos sanitarios son solo “una pieza más del puzle” para una buena salud mental.
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