A CORUÑA, 4 (EUROPA PRESS)
Un grupo de delegadas de la CIG en residencias de mayores privadas de la comarca de Ferrolterra ha entregado en varios centros escritos en los que denuncian las condiciones de precariedad en las que tienen que desarrollar su trabajo.
De ello ha informado la CIG en un comunicado, en el que explica que las representantes sindicales también le han remitido una copia del documento a la propia conselleira de Política Social, Fabiola García.
La central sindical explica que aprovecharon la proximidad del Día de Reyes para hacer entrega de las cartas a las direcciones de los centros Mensajeros de la Paz-Residencia de mayores Mi Casa, DomusVi Ferrol, DomusVi Laraxe y DomusVi Narón, a las que acusan de tener al personal “exclavizado” por salarios “indignos” que no permiten llegar a fin de mes.
Como ejemplo han asegurado que para atender a 47 personas usuarias grandes dependientes “hay cuatro gerocultoras –o cinco en el mejor de los casos–, que se tienen que encargar de asear, vestir, levantar y dar el almuerzo en apenas dos horas”.
Además, señalan que el departamento de limpieza “no da hecho” si se tiene en cuenta que en una residencia con 135 personas usuarias cuentan con cuatro trabajadoras en el servicio de limpieza en el turno de mañana, y dos en el de tarde.
“También podríamos hablar de cómo desarrollan su trabajo otros departamentos como cocina, recepción o lavandería, en condiciones igual de lamentables”, asegura el sindicato, que señala que las propias direcciones denominan estos centros como “VIP” o de “primera clase”, en los que las personas residentes “pagan una media de 2.500 euros al mes por un cuarto compartido”.
Ello, según apunta la CIG, contrasta con cómo se trata a un personal que “ni tan siquiera puede enfermar porque es penalizado salarialmente”, lo que hace que tengan que ir a trabajar enfermos “con el riesgo que ello supone para la salud”.
“Mientras”, la CIG censura que “las grandes empresas transnacionales controladas por fondos de inversión que controlan el sector siguen obteniendo beneficios, hasta el punto de que los siete grandes grupos ingresaron 1.664 millones de euros”.
En el escrito, además, advierten de la transformación de los centros de mayore sen psiquiátricos, “ya que en el último año tres de cada diez nuevos ingresos fueron personas menores de 65 anos con graves problemas mentales”.
La organización sindical, que avisa de la falta de formación del personal para abordar estas patologías, recuerda también que, a partir de ahora, la presencia de perosnal de enfermería no será obligatoria en estros centros.
Ante estas cuestiones, reivindican las delegadas de la CIG reivindican que las trabajadoras sean tratadas como profesionales y no como “cuidadoras de tercera”. Para ello, reclaman un convenio colectivo que contemple unos salarios dignos y unas condiciones laborales justas que les permitan vivir de su trabajo.
Finalmente, instan a la Xunta a dejar de “mercantilizar” los cuidados, “privatizando y entregando las residencias a empresas amigas y a fondos buitres que convierten las residencias en fábricas de precariedad laboral y penosidad”.
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