Un 8,5% de los menores de Galicia afrontaban una situación de pobreza severa y un 19,1% no disfrutaba de una vivienda con la temperatura adecuada
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 20 (EUROPA PRESS)
Casi el 25% de los niños gallegos (el 24,9%) estaban en 2022 en situación de pobreza y/o riesgo de exclusión social (tasa Arope), una cifra que baja desde 2021, cuando se registró un 31,7% (6,7 puntos menos).
Según el estudio presentado este viernes por el presidente de la Plataforma de la Infancia, Ricardo Ibarra, y el presidente de la Plataforma de Organizacións de Infancia en Galicia, Xesús Vila, ‘Análisis de la encuesta de condiciones de vida con enfoque de infancia 2023’, tras la bajada del año anterior, en 2022 se encontraban en esta situación un total de 93.000 niños.
Con esta cifra, Galicia es la quinta comunidad con menor tasa de pobreza y/o exclusión social en la infancia del país, que registra una media de 32,2%.
Ibarra ha contextualizado el dato gallego con el estatal, ya que España es el tercer país europeo con mayor tasa Arope infantil. “Una realidad especialmente alta cuando la media de la Unión Europea es de un 27,5%”, ha señalado.
Con todo, también ha matizado que la comunidad parte de una renta media por unidad de consumo más baja que la nacional, unos 18.093 euros, (1.067 euros menos que la media estatal) y que es una de las regiones con menos niños del país.
8,5% DE MENORES GALLEGOS EN POBREZA SEVERA
En lo que respecta a la tasa de pobreza infantil (uno de los indicadores de la tasa Arope junto a la carencia material y baja intensidad laboral), la gallega es del 20,9% en 2022, “el registro más bajo de toda su serie histórica y la quinta más baja de España”. En términos absolutos, esto supone más de 78.000 menores.
Donde también son mejores los datos autonómicos que los estatales es en cuanto a pobreza infantil severa. En 2022, el 8,5% de los gallegos menores de 18 años se encontraban en esta situación. Es la tercera autonomía en la que más ha descendido la pobreza severa infantil, en 4,5 puntos, lo que contrasta con la disminución de 1,4 puntos de la media nacional (en el 13,5%).
“España ya pasa a ser el primer país en la tasa de pobreza infantil, los últimos datos de Eurostat reafirman esta realidad”, ha indicado Ibarra.
El informe analiza también otro parámetro de la tasa Arope, la carencia material severa (comer carne o pescado al menos cada dos días o no poder mantener la vivienda con una temperatura adecuada, dos de los nueve parámetros que se analizan y de los que se tienen que cumplir cuatro para entrar en dicha situación).
Aquí, Galicia es la quinta autonomía con menor carencia severa, con un 7,5% de los menores, frente al 10,1% estatal. Sobre esto, destaca que la gallega es una de las pocas comunidades que consigue reducir la tasa, frente al aumento de la media nacional.
Más pormenorizadamente, los responsables han destacado que un 19,1% no puedan permitirse una vivienda con una temperatura adecuada o que el 38,7% no pueda disfrutar de unas vacaciones al menos una vez al año.
GRAN CAPACIDAD DE RECUPERACIÓN DE GALICIA
Tras presentar todos los datos, Ricardo Ibarra ha expuesto algunas de las conclusiones que la plataforma ha sacado tras realizar el informe. Entre ellas, ha destacado que Galicia presente datos inferiores a los de la media nacional en todos los indicadores que forman la tasa Arope, así como su capacidad de recuperación.
Tras el 2020, el peor de los años más recientes, con “importantes incrementos” de todos los valores, en 2022 “ha logrado descender sus valores por debajo de la media nacional y situarse entre las regiones con menores tasas de pobreza y/o exclusión social”.
Lo mismo ha apuntado en cuanto a la pobreza severa infantil. Durante la pandemia, esta tasa llegó a alcanzar el 14,5%. “Sin embargo, en 2022 los datos han logrado una disminución de 4,5 puntos, lo que contrasta con el descenso de 1,4 puntos del conjunto del país”, destaca.
MÁS APOYO A FAMILIAS MONOPARENTALES
Por su parte, Xesús Vila ha profundizado en las recomendaciones que desde la Plataforma de Organizacións de Infancia de Galicia proponen a las administraciones para mejorar la situación.
Primeramente, el presidente de la plataforma gallega ha querido destacar el impacto de medidas como el Ingreso Mínimo Vital o los Erte para reducir las tasas tras la pandemia, “que fue desastrosa”. “Por eso, animamos a las administraciones a que mantengan estas políticas y que se perfeccionen y mejoren para que lleguen a estos sectores de población”, ha remarcado.
También ha citado medidas autonómicas como la Tarxeta Básica o la gratuidad de la escolarización en la etapa 0-3 años, haciendo especial hincapié en el papel de la Xunta, dado que las competencias en política social están transferidas a las comunidades.
Tal y como ha detallado, desde la plataforma piden un Plan de Apoyo a las familias monoparentales para hacer frente a los “elevados” índices de pobreza que padecen (el 82% están encabezados por una mujer), así como apoyar específicamente a las familias con niños y adolescentes a cargo con algún tipo de discapacidad.
Consideran conveniente también promover en el ámbito educativo recursos y medidas para compensar las desigualdades sociales, mediante la puesta en marcha de un plan de choque para luchar contra el abandono y fracaso escolar.
En esta línea, ponen el foco en la adquisición de libros de texto, el acceso a actividades extraescolares y la aceleración de la tramitación de becas de alimentación para familias de bajos ingresos con hijos a cargo.
“IMPRESCINDIBLE” ACCEDER A UNA VIVIENDA DIGNA
Solicitan también una mayor atención a los niños que viven en zonas rurales y a los alrededor de 2.000 menores tutelados por la Administración, “que son más vulnerables”.
En este sentido, proponen incrementar la ratio de un técnico por 30 niños en los equipos técnicos menores de la Xunta, con el objetivo de dar una atención más individualizada a los niños y adolescentes sin apoyo familiar tutelados.
Por último, Vila ha incidido en impulsar medidas de acceso a una vivienda “digna, adecuada y accesible”, que considera “imprescindible”.
Piden la creación de un parque básico de emergencia, multiplicar por tres el parque público de viviendas en alquiler social y realizar líneas presupuestarias y procedimientos para la prevención de desahucios.
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