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Un recluso en el centro penitenciario de Cáceres trató de escapar utilizando el método de sábanas trenzadas para saltar dos muros

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CÁCERES, 28 (EUROPA PRESS)

Un interno de la prisión de Cáceres ha protagonizado este viernes un intento de fuga al lograr saltar dos muros con la ayuda de cuerdas trenzadas, hechas con sábanas.

En concreto, este interno ha saltado el muro del patio del módulo dos y después el primer muro de los dos que separan la prisión del exterior, una acción que le provocado “numerosos cortes en los brazos a causa de las cuchillas de las concertinas”.

Así lo relata el sindicato CSIF en una nota de prensa, en la que ha felicitado a los funcionarios que se encontraban de servicio de la prisión de Cáceres cuando se ha producido este suceso, y que han logrado abortar este intento de fuga.

Según ha recordado CSIF, este recluso que ha intentado fugarse fue el que el 7 de junio de 2021 “agredió salvajemente” a un funcionario de la prisión de Badajoz, al que golpeó e intentó estrangular, que cumple actualmente una condena de 17 años y que ha llegado a la prisión de Cáceres procedente de la prisión gaditana Puerto 1, progresado de primer grado.

Se trata, añade CSIF, de un interno “muy problemático con numerosos antecedentes de agresiones tanto a funcionarios como a otros internos”.

Relata el sindicato que en el momento en el que se ha producido el intento de fuga, en el departamento se encontraban únicamente dos funcionarios de servicio, “algo muy habitual debido a la falta de personal que soporta la prisión cacereña”, tal y como CSIF “ha denunciado de forma reiterada y que parece que poco le importa a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias”, lamenta.

Cabe destacar que los módulos, de este centro cacereño, tienen dos plantas y la planta baja, lo que hace que “los funcionarios no puedan controlar todos los espacios”.

Ante esta situación, CSIF ha apuntado que estos hechos vienen a unirse a otros dos, uno protagonizado por otro interno que el pasado 7 de diciembre que se subió al tejado portando cuerdas trenzadas de sábanas, y otro, de un recluso que durante la noche manipuló los barrotes, unas situaciones que “fueron detectadas a tiempo por los funcionarios de servicio”.

Para CSIF, la “acumulación de sucesos” de este tipo muestra que la prisión cacereña “no reúne los requisitos de seguridad para albergar internos de éste perfil”, por lo que ha reclamado al director a que “solicite el inmediato traslado de éste interno y de otros que tampoco deberían estar por sus antecedentes”.

Finalmente, CSIF reitera su felicitación a los funcionarios de servicio por su “rapidísima actuación que ha evitado la fuga”, y hace extensiva a toda la plantilla que “día tras día demuestra una profesionalidad impecable en su trabajo en la prisión cacereña”, tras lo que ha reiterado su petición de que se cubran todas las vacantes de este centro tanto en vigilancia como oficinas, personal laboral y personal sanitario.


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