Solo ocho desfiles de los 24 previstos pudieron completar su recorrido por la lluvia
CÁCERES, 1 (EUROPA PRESS)
La Semana Santa de Cáceres, declarada de Interés Turístico Internacional, ha vivido uno de los episodios más atípicos en los últimos años por las inclemencias meteorológicas, que han provocado que solo ocho desfiles de los 24 previstos en el calendario cofrade pudieran completar su recorrido debido a la lluvia y el viento.
El Cristo de la Preciosa Sangre pudo desfilar por el Espíritu Santo el Sábado de Pasión y también se completaron las procesiones del Domingo de Ramos (‘La Burrina’, Jesús de la Humildad, Señor de las Penas y Misericordia).
Las dos del Lunes Santo (Batallas y Salud) también se salvaron pero el Martes Santo solo el Cristo del Amparo logró completar su estación de penitencia, mientras que el resto, a partir del Miércoles Santo, no tuvo más remedio que celebrar actos más íntimos a resguardo en el interior de los templos o acortar los itinerarios con desfiles de poco recorrido.
Este último ha sido el caso de la procesión del Domingo de Resurrección, en la que el tradicional Encuentro entre Cristo Resucitado y Nuestra Señora de la Alegría, que normalmente tiene lugar en la Plaza Mayor, se realizó en la plaza de Las Claras, a escasos metros de la ermita de la Soledad, sede de la Cofradía del Santo Entierro.
Y es que, según ha señalado el presidente de la Unión de Cofradías Penitenciales, Santos Benítez, no se recuerda una Semana Santa tan “deslucida” en la ciudad desde hace años debido a la lluvia. De hecho, la mítica Cofradía del Cristo Negro, que procesiona a media noche del Miércoles Santo, solo se ha quedado sin salir en dos ocasiones, una en este 2024 y la otra fue hace 37 años.
Benítez ha recordado lo bien que viene el agua para el campo y los embalses pero ha lamentado que esa misma lluvia impida que las cofradías saquen a las calles sus imágenes de alto valor histórico, algunas de ellas del siglo XIII. “Nunca he visto tanto cofrade pendiente de las previsiones meteorológicas”, ha señalado el presidente de la Unión de Cofradías en declaraciones a Europa Press.
No obstante, ha sacado una lectura positiva de todo lo ocurrido porque aunque no se han podido lucir los pasos en la calle, sí se han vivido momentos “muy emocionantes” en el interior de los templos con “actos de devoción para mantener vivo el espíritu cofrade”, muchos de ellos protagonizados por jóvenes, que garantizan el relevo generacional de las cofradías.
Además ha resaltado la incorporación de “mucha gente joven y niños” a las hermandades y también el aumento de la presencia de las mujeres en las juntas directivas, así como la labor que durante todo el año realizan las cofradías con actos de solidaridad, recuperación del patrimonio imaginero y mantenimiento de templos “porque la religiosidad está más viva que nunca”, ha indicado.
“Es verdad que hacía mucho tiempo que no había tanta suspensión de desfiles y me da mucha pena por los turistas y los cacereños que quieren ver las imágenes en las calles, pero la climatología es así y no se puede arriesgar a que las tallas se estropeen”, ha apuntado.
Ahora la mirada está puesta en la Procesión Mariana que se celebrará el sábado 5 de octubre con motivo del centenario de la coronación de la Virgen de la Montaña, patrona de la ciudad, que saldrá a la calle acompañada por las vírgenes del resto de cofradías que tienen imágenes marianas.
Y para la Semana Santa de 2025, que será tardía porque el Domingo de Ramos será el 13 de abril y el Domingo de Resurrección el 20 del mismo mes, Benítez espera que se pueda celebrar la Procesión Magna que sale a la calle, normalmente el Viernes Santo, los años que terminan en 0 ó en 5 y que lleva 10 años sin desfilar con una imagen de cada cofradía cacereña, porque la pandemia de 2020 impidió su celebración.
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