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Las obras costarán 6,6 millones y durarán 9 meses, por lo que las visitas podrían comenzar este mismo año
MÉRIDA, 12 (EUROPA PRESS)
El yacimiento tartésico de Casas del Turuñuelo, situado en el término municipal de Guareña, contará una cúpula de 116 metros de diámetro y casi 20 metros de altura para proteger los restos arqueológicos y poner en valor su visita.
El diseño de la cúpula, que será de las más grandes de Europa, mantiene el concepto y la configuración de ‘tumulus’ o elevación, gracias a esta estructura en forma de domo, terminada con una cubierta ajardinada para integrarla en el entorno, en tanto que representa el aspecto original del yacimiento, que no se verá afectado.
De esta manera, el diseño permite dar cobertura y protección total al yacimiento, frente a la lluvia y el viento, puesto que cuenta con materiales como el adobe muy erosionables.
Además y para habilitar el yacimiento a las visitas generales sin interrumpir las excavaciones arqueológicas y sin dañar el yacimiento, se diseñan pasarelas colgadas de la estructura, accesibles a personas con movilidad reducida, incluidas medidas adicionales de accesibilidad.
El perímetro se completa con espacios dedicados a museos, exposiciones y salas técnicas y, con las prospecciones dirigidas por los arqueólogos del yacimiento, han comprobado que no afecta a la estructura del mismo ni hay una intervención directa, “porque todo va colgado de la estructura metálica y no limita ningún tipo de actuaciones”.
Las obras, con un presupuesto de 6,6 millones de euros, se licitarán esta semana con un plazo de ejecución de nueve meses, por lo que podría estar terminado en este 2025.
Así lo detallado la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible, Mercedes Morán, en la presentación de este proyecto, junto a sus responsables, el arquitecto Carlos Albarrán y el ingeniero estructural y de instalaciones Antonio Manuel Reyes. También han asistido una de las responsables del yacimiento, Esther Rodríguez, y la directora general de Desarrollo Rural, María Ángeles Muriel.
Para la consejera, se trata de un proyecto en el que están “muy implicados” y “muy ilusionados” porque “por fin” se va a licitar con cofinanciación de los fondos de desarrollo rural. Una vez finalizada, el objetivo es abrir al público un yacimiento “impresionante” que hay que “cuidarlo” y “potenciarlo”, así como facilitar su estudio.
IMPORTANCIA DEL YACIMIENTO
Mercedes Morán ha destacado la importancia que tiene este yacimiento de toda índole, ya sea cultural, patrimonial o histórica, tras lo que ha recordado que en 2014 se iniciaron las excavaciones y cada año y en cada campaña han ido sacando a la luz dos plantas de un edificio “majestuoso”, que son un “ejemplo único” de la arquitectura protohistórica del suroeste peninsular, algo que, sumado el hallazgo de los rostros del Turuñuelo, “lo convierten en uno de los yacimientos más importantes de la península Ibérica para el estudio de las culturas prerrománicas”.
Al mismo tiempo, ha precisado que una vez superados todos los procesos, el de declaración de Bien de Interés Cultural y que la Consejería de Cultura ha comprado los terrenos necesarios para que poder realizar esta instalación, ya tienen el diseño de esta cubierta que va a proteger este yacimiento de las inclemencias meteorológicas para evitar su deterioro.
Además, quienes trabajan en el mismo podrán contar con unas condiciones “más adecuadas” y se podrá poner en valor para que aporte al territorio rural “ese valor añadido” que quieren desde la Consejería y la Junta.
Y es que, como ha expuesto, este yacimiento “lleva años sufriendo desprotección” porque está cubierto “solamente” por unas chapas metálicas que han podido ralentizar su destrucción, “pero que desde luego no ofrecen garantías para su protección total”. Por todo esto, espera que esta semana salga a licitación esta obra, algo que “va a ser inminente” en aras de proteger y poner en valor este yacimiento tartésico con un “valor único”.
En este punto, ha destacado también que el edificio que se va a construir, la cúpula, es el resultado de “mucho trabajo” y estudios pormenorizados para hacer esa construcción que proteja el yacimiento, “pero sin influir en él y sin dañarlo”, a la vez que se permita su visita al entender que es “un activo turístico” para la región y la comarca donde se asienta.
El edificio que se proyecta es una gran estructura metálica tridimensional para cubrir todo el conjunto del Yacimiento Tartésico de Casas de Turuñuelo, con geometría de cúpula. Sobre sus características, los estudios y prospecciones previas realizadas permiten asegurar que la construcción de la cúpula no afectará a nuevos descubrimientos y que no se interviene en el yacimiento, que permanecerá protegido durante las obras. Además, en cuanto se abra el público se puede visitar y pueden continuar los trabajos al unísono.
NO ACTÚA SOBRE LA ZONA ARQUEOLÓGICA
Por su parte, Carlos Albarrán ha explicado que se ha diseñado una cúpula que no interviene ni actúa, como ha apuntado la consejera, sobre las zonas arqueológicas, para lo cual se disponen de forma radial las zapatas en el exterior “de cualquier resto que pudiese tener la zona”. “Para eso, se han hecho unas catas arqueológicas a lo largo de todas las zapatas donde iban situadas y, en el centro, no se interviene ni se pone ningún pilar, ni nada”.
Lo que se trata, ha incidido, es cubrir con un diámetro de 116 metros “sin ningún tipo de apoyo” esta estructura que se monta en el exterior y no afecta “en absoluto” ni al trabajo ni al entorno, al tiempo que se ha buscado, en cuanto al exterior, “no competir” sino “ponerlo en valor, darle importancia al yacimiento en sí y a los restos que han aparecido”, para lo cual exteriormente se busca ajardinar la cubierta con vegetación autóctona, “que repite un poco la imagen previa del túmulo que existía antes”.
El nuevo edificio se compondrá de una estructura metálica de 32 radios, tendrá un diámetro exterior de 116 metros, lo cual “la convierte en la cúpula más grande de España”, ha asegurado Antonio Manuel Reyes, y la cúpula ajardinada con vegetación autóctona “más grande del mundo sin pilares en el medio”. Así, se trata de una hectárea cubierta sin pilares en el medio, el equivalente a dos campos de fútbol, ha apuntado, y la estructura desnuda de la cubierta podría simular una flor de lis, uno de los símbolos de la cultura tartésica.
El diseño se ha concebido, además, para favorecer el acceso a personas con movilidad reducida y cuenta con cuartos de baños adaptados a las mismas, y también para personas ostomizadas, ha agregado, mientras que Esther Rodríguez ha valorado que la mejor forma de ver el yacimiento y no tener que pasar por el mismo es “desde arriba”, porque si hicieran a la gente transitar “el propio pisoteo terminaría deteriorando pavimentos, muros…”, y que el objetivo fundamental de la cubierta es su preservación, junto con que la gente lo pueda visitar.
Finalmente, ha avanzado que retoman los trabajos, en principio, el próximo 3 de marzo y que como todos los años será una campaña de tres meses en la que esperan poder mantener el sistema de trabajo de las excavaciones, aunque en todo caso se adecuarán a las necesidades de la propia construcción de la cubierta, con la que están “muy contentos” al garantizar la conservación o permitir transformar “incluso” el calendario de intervenciones y, por ejemplo, excavar en invierno.
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