MÉRIDA, 20 (EUROPA PRESS)
La diputada del Grupo Parlamentario Popular Sandra Valencia ha subrayado su versión con respecto al desencuentro con la portavoz de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, después de que esta última la haya denunciado ante la Policía por amenazas durante el Pleno de este pasado jueves.
Ambas mantuvieron un teso debate a costa del pin parental y de la educación afectivo-sexual en las aulas extremeñas, tras lo cual, según ha denunciado De Miguel, la diputada del PP se acercó a su escaño para decirle “ten cuidado, protege a tu hijo”.
En una comparecencia ante la prensa este viernes, Valencia, que ha estado acompañada por varios miembros de su grupo parlamentario, ha reiterado que “nunca” ha amenazado a nadie. Así, ha explicado que tras su intervención, cuando iba a salir del hemiciclo, pasó por el escaño de De Miguel “y, tranquilamente, en un tono conciliador y totalmente tranquila”, quiso “reflexionar sobre algunas de las cosas que habíamos hablado previamente”.
“Mi única intención era reflexionar un poco sobre la protección que debemos de tener de nuestros hijos e hijas, sobre algunas cosas que ella había dicho que yo no estaba muy de acuerdo y mi única intención fue esa: proteger a nuestros niños y niñas”.
Así, señala que quiso reflexionar con ella sobre algunas posturas concretas de la portavoz de Unidas por Extremadura que creen que pueden tener consecuencias negativas para su futuro. “Ellos dieron su punto de vista pues tales como que los niños no son de los padres y cosas así”, ha señalado Valencia, al referirse a un comentario de De Miguel cuando defendió que los hijos son individuos con derechos y que no son propiedad de los padres.
Sin embargo, cuando le dijo que protegiera a su hijo De Miguel no le dejó terminar: “conforme yo empecé a hablar con ella, automáticamente se levantó y yo decidí abandonar el hemiciclo”. Tras conocer la reacción de De Miguel, que pidió amparo a la Mesa de la Asamblea, la llamó por teléfono para aclarar lo ocurrido pero no le cogió el teléfono.
“Jamás en la vida he amenazado a nadie, ni mucho menos a la señora De Miguel, a la cual tengo un grandísimo respeto como compañera parlamentaria que es”, ha insistido Valencia.
Asimismo, ha negado la versión de De Miguel sobre que la agarró del brazo: “ella automáticamente se puso de pie, yo no la agarré, yo intenté acariciarla haciéndola ver que no la estaba amenazando”, por lo que se quedó “muy sorprendida” con su reacción, que no la esperaba “para nada”.
Y añade que sigue así, “sorprendida” con todo lo que ha ocurrido, que enmarca en un intento de conversación, no entre dos parlamentaria de grupos políticos distintos, sino entre dos madres, ha asegurado. “En ese momento no era la diputada, era Sandra, y yo estaba hablando con Irene”, ha remarcado, antes de reconocer que “a lo mejor tenía que haber esperado a que hubiera terminado el pleno”.
“Mi tono era de Sandra a Irene”, ha explicado, porque “quería en ese momento dejar atrás los partidos y centrarnos en ella y yo por las reflexiones que ella había hecho con respecto a nuestros hijos”, y por eso le dijo “protege a tus hijos, no como tipo de amenaza”, sino como “tus hijos son lo más preciado para ti como las mías son para mí”.
“CONCIENCIA TRANQUILA
Asimismo, ha señalado que por el momento nadie de la Policía ha contactado con ella para conocer su versión de lo ocurrido, así como ha negado que vaya a dimitir como ha reclamado De Miguel.
“Tengo la conciencia tranquilísima de que yo no he amenazado a nadie”, insiste Valencia, quien reconoce que se siente “muy dolida” por esta situación que “no es agradable”.
“No quiero ningún enfrentamiento con ella. Ella es mi compañera”, ha dicho Valencia de De Miguel, con quien va a “compartir” cuatro años de legislatura en el parlamento extremeño, con quien quiere tener “una relación totalmente cordial” como con el resto de diputados.
Por último, ha dicho que no se arrepiente porque, ha insistido, su “única intención” era “dialogar con ella, reflexionar con ella y hablar con ella”, siempre desde un “tono moderado y jamás, jamás amenazándola, jamás”.
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