MÉRIDA, 16 (EUROPA PRESS)
La Junta de Extremadura activa este martes, 16 de mayo, el ‘Plan de Vigilancia y Prevención de los efectos del exceso de temperatura sobre la Salud de Extremadura’, conocido como ‘Plan ola de calor’, que estará activo hasta el 30 de septiembre.
De esta manera, se establece un protocolo de funcionamiento de los distintos organismos y entidades implicados para reducir el impacto de las temperaturas extremas sobre la salud de la población y prevenir los problemas y enfermedades relacionadas con la exposición al calor excesivo.
El documento define como población especialmente susceptible ante situaciones de calor excesivo, entre otros, a los mayores de 65 años, menores de 4 años, personas con enfermedades crónicas, trastornos de la memoria y las que reciben ciertos tratamientos médicos como diuréticos, neurolépticos, anticolinérgicos y tranquilizantes.
También se incluye entre la población de riesgo a los consumidores de alcohol u otras drogas, las personas que viven en condiciones sociales y económicas desfavorecidas, o las que sufren exposición excesiva al calor por razones laborales, deportivas o de ocio.
Entre otras actuaciones, el plan contempla medidas de coordinación de las distintas entidades públicas y privadas competentes, información a la población sobre los efectos del calor excesivo, identificación de los grupos de riesgo y predicción de las olas de calor.
Además, establece el suministro de información a los profesionales sanitarios y de servicios sociales, declaración en su caso de alerta de los dispositivos de atención social y asistencial de atención primaria y hospitalaria, y recopilación de datos para incorporarlo al sistema de información y vigilancia epidemiológica.
ALERTA DE DISPOSITIVOS SOCIALES Y ASISTENCIALES
Además, este plan establece que cuando se declare la situación de alerta de nivel 2 (naranja) o 3 (rojo), los servicios sociales de los municipios y los del Servicio Extremeño para la Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (Sepad) contactarán con los grupos de población de especial riesgo, para asegurarse que están tomando las medidas necesarias para minimizar el riesgo, o si es necesario asegurar la atención en lugares adecuados de las personas que lo requieran.
Los dispositivos asistenciales de atención primaria y hospitalaria, en caso de alerta naranja, tendrán actitud de alerta y sospecha ante posibles afectados por las elevadas temperaturas y los centros hospitalarios se prepararán en un plazo de 24 horas para adoptar las decisiones necesarias en caso de que se alcance el siguiente nivel de alerta.
Por su parte, si se produce una alerta de nivel 3 (rojo), los dispositivos asistenciales “acentuarán su nivel de alerta y sospecha y activarán los recursos necesarios, para la necesidad de aumentar la capacidad de respuesta y de ingresos en hospitales”, ha señalado este domingo la Junta de Extremadura en nota de prensa.
La coordinación y el desarrollo del Plan es responsabilidad de una comisión presidida por el consejero de Sanidad, de la que forman parte las Direcciones Generales o Unidades con competencias en Salud Pública, Asistencia Sanitaria, Servicios Sociales, Medio Ambiente, Interior y Administración Local, así como el Centro Coordinador de Urgencias y Emergencias 112, la Delegación del Gobierno y la Federación de Municipios y Provincias de Extremadura.
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