BADAJOZ, 9 (EUROPA PRESS)
El Festival Medieval de Alburquerque regresa del 19 al 21 de agosto tras dos años de espera por la pandemia con el objetivo de convertirse en un museo viviente de ambientación medieval.
Un evento, “importante y esperado”, ha señalado diputado provincial de Cultura y Deportes de la Diputación de Badajoz, Francisco Martos, quien ha destacado la implicación de todo el pueblo en este festival.
Un certamen que se sustenta en el aprovechamiento de los valores patrimoniales e históricos de la localidad “para convertirlos en recursos turísticos, económicos y de dinamismo social y empresarial”.
Esta vigésimo séptima edición del festival llega con novedades, nuevas ubicaciones y escenarios, pero con su misma esencia, que no es otra que trasladar al presente la vida de las gentes en la Edad Media con un completo programa de representaciones teatrales, danza y bailes, torneos, autos de fe, aquelarres y demás, sin olvidar el mercado medieval y el engalanamiento de calles y plazas bajo el dominio del grandioso Castillo de Luna.
También destaca la expectación que genera no solo la boda de Don Pedro de Portugal e Inés de Castro, protagonistas de esta vistosa fiesta en otras ediciones en la que no faltan los torneos medievales a caballo.
La directora del Cemart, Toni Álvarez, por su parte, señala que el protagonista de esta historia, don Beltrán de la Cueva, fue un noble que consiguió ascender en la corte del rey obteniendo importantes títulos como el Ducado de Alburquerque, convirtiéndose en el tronco de una de las familias aristocráticas más importantes de España.
Para la directora del CEMART, “es una prioridad fomentar este tipo de festivales porque genera crecimiento económico y posiciona a la región dentro de la escena nacional e internacional”.
Este año, por motivos “económicos y logísticos” el Festival se celebrará de forma íntegra en el barrio gótico-judío ‘Villa Adentro’ y el en Castillo de Luna, no en las laderas como se ha hecho hasta ahora, indica la diputación en una nota de prensa.
Catalogada como Fiesta de Interés Turístico Regional, destaca el trabajo desinteresado del vecindario de la Villa que rememora aquel tiempo pasado, lleno de glorias y miserias.
Así lo manifiesta el alcalde de la localidad, Manuel Gutiérrez, al entender no sólo que se trata de una de las fiestas culturales de “mayor tradición y envergadura” en Extremadura, “sino que retoma el pulso de un actividad que dota de vida a la población y engarza el evento con el pueblo, que es a quien le pertenece”.
Quienes asistan a esta edición, indica la directora del festival, Ángela Robles, disfrutarán con el museo viviente en el interior de la fortaleza, visitas al mercado artesanal, mesones, casas ambientadas y propuestas teatrales y musicales.
A su vez, se han programado danza, una boda sefardí, fiesta mudéjar, representaciones de tortura, cluedo medieval, visitas guiadas, mercado de esclavos, procesión de las santas reliquias, escuela de caballeros, pasacalles, saltimbanquis, fuego y el concierto de música medieval de David Álvarez “El universo bajo mis pies”.
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