MÉRIDA, 9 (EUROPA PRESS)
Dos cazadores han sido condenados a 20 meses de prisión y a 6 años y 8 meses de inhabilitación por maltrato animal continuado a una treintena de perros en Puebla de la Reina (Badajoz).
En concreto, han sido condenados a 12 meses y un día de prisión, más 3 años y diez meses de inhabilitación y prohibición de tenencia de animales, por un delito de maltrato de animales continuado con resultado de muerte.
Asimismo, por el delito de maltrato animal, los cazadores, que se han reconocido culpables, han sido condenados a la pena de 8 meses de prisión y dos años y diez meses de inhabilitación y prohibición de tenencia de animales, ha informado en nota de prensa la asociación El Refugio, personada como acusación.
El Juzgado de lo Penal de Mérida ha celebrado este jueves el juicio contra estos dos cazadores, procedimiento en el que El Refugio pedía para los procesados 85 años de cárcel por ser presuntamente responsables de maltrato continuado a 30 perros, 25 de ellos con resultado de muerte.
Los encausados eran vecinos, amigos y compañeros habituales de la práctica de la caza. Uno de ellos era el propietario y responsable de una rehala ubicada Puebla de la Reina que albergaba a 30 perros y, por motivos laborales, se ausentó de la localidad entre el 25 de mayo y el 8 de julio de 2020, pudiendo acudir a la rehala sólo los fines de semana.
Por ello, convino con su compañero de caza, que fuese él quien realizase la vigilancia de la rehala y el cuidado de los 30 perros alojados en la misma, acudiendo para ello cada tres días a las instalaciones.
“Constató en cada visita la muerte de muchos de los animales que allí se encontraban, limitándose a comunicarlo a la propiedad, pero no al veterinario de la rehala ni a ningún otro, con el fin de certificar la causa de las muertes y evitar nuevos fallecimientos, dejando los cadáveres amontonados en una zona de la parcela”, ha apuntado la asociación.
Estos hechos habían sido constatados por vecinos de la localidad y el Seprona de Hornachos inició una investigación, mediando una visita a la rehala el 30 de julio de 2020, en la que se comprobó “las deficientes condiciones higiénico-sanitarias de sus instalaciones”.
Asimismo, los agentes del Seprona comprobaron el “lamentable estado” de los cinco perros que aún continuaban vivos (3 adultos y 2 cachorros) y que se encontraban sueltos por las instalaciones, “sin comida ni bebida, sin ningún tipo de medida higiénico-sanitaria, mediando una clara situación de abandono”.
Como consecuencia, todos ellos presentaban “estado de desnutrición y deshidratación severa, delgadez aguda (caquexia), infestación de parásitos (pulgas y garrapatas) y signos evidentes de anorexia y atrofia muscular”.
“Es indignante e intolerable el presunto maltrato por los que estos dos cazadores están siendo juzgados. 25 de los 30 perros que tenían han fallecido e imaginamos que con agonía y mucho sufrimiento”, ha señalado el presidente de El Refugio, Nacho Paunero.
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