BILBAO, 30 (EUROPA PRESS)
El Lehendakari, Iñigo Urkullu, ha afirmado esta tarde en Bruselas que “Euskadi es una nación europea que aspira a que su voz y la de las regiones y naciones que conforman Europa sean escuchadas y tomadas en consideración”.
Urkullu ha hecho estas manifestaciones en una recepción en la Delegación de Euskadi en Bruselas, a la que ha asistido una representación de la comunidad vasca de la capital europea y también de la iniciativa RLEG, que lidera Euskadi, y que ha cerrado la segunda jornada de su visita oficial a la capital belga.
En su intervención, el mandatario vasco ha dicho creer en Europa y en sus valores fundacionales, al tiempo que ha destacado que Euskadi ha sido “proactiva” y ha contribuido al proceso de reflexión y construcción europea. “Aspiramos a consolidar la posición de nuestro país entre las sociedades mejor preparadas, más avanzadas y cohesionadas en el entorno europeo”, ha agregado.
Por otro lado, ha insistido en la importancia del proyecto de la Macrorregión Atlántica, “clave para situar los intereses de la fachada atlántica en la agenda europea”. “Para el Gobierno Vasco, para la Comisión Arco Atlántico que presido y para los numerosos actores socioeconómicos e institucionales que se han adherido a esta demanda, ésta es una prioridad máxima”, ha subrayado.
Tras recordar que en diciembre este proyecto entró en la mesa del Consejo de la Unión Europea, ha celebrado que “estamos muy cerca de lograr que el Consejo Europeo dé mandato a la Comisión para su creación”. “He solicitado la ayuda de la Comisión europea para dar este último impulso y he encontrado una gran receptividad”, ha aseverado.
Dicho esto, ha anunciado que este miércoles en el Parlamento Europeo participará en el Caucus sobre la autodeterminación y defenderá que la Unión Europea debe dar “cabida, protagonismo y cauce de expresión a la pluralidad de realidades nacionales que la conforman”.
El jefe del ejecutivo vasco ha calificado de “muy fructífera” la visita institucional que está desarrollando y ha enfatizado su apuesta por una Europa “construida desde la base”, desde los pueblos que la componen, no por una Europa entendida como “mera coalición de Estados”.
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