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Compañeros de la mujer asesinada en Castro Urdiales (Cantabria) se reunieron en el Hospital de Cruces para recordarla

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BILBAO, 8 (EUROPA PRESS)

Compañeros de la mujer asesinada en Castro Urdiales (Cantabria) se han concentrado este viernes en su recuerdo, durante cinco minutos, en la entrada principal del Hospital de Cruces, donde la víctima trabajaba como celadora.

Los concentrados han guardado silencio, como muestra de recuerdo a la víctima. El acto, en el que algunos compañeros se han mostrado visiblemente emocionados, ha concluido con los aplausos de los participantes.

El cuerpo sin vida de la mujer, de 48 año, vizcaína y residente en Castro Urdiales, apareció sobre las 20.45 horas del miércoles con signos de violencia y amordazada dentro de un coche en la calle Monte Cerredo, donde vivía.

Desde el primer momento, se descartó un delito de violencia de género y se desplegó un dispositivo de búsqueda para localizar a los dos hijos de la víctima, lo que ocurrió pasadas las dos de la mañana en el Parque Cotolino de la localidad.

La Guardia Civil detuvo al mayor de ellos, como presunto autor de la muerte, y los dos hijos pasaron a disposición de la Fiscalía de Menores. La investigación apunta a que los dos hermanos mataron a su madre asestándole varias puñaladas y luego trataron de simular un secuestro como coartada, para lo que llamaron a su abuela.

La víctima fue hallada en el suelo del asiento trasero de su coche amordazada y con varias bolsas de basura cubriendo parcialmente el cuerpo. Presentaba varias heridas por arma blanca y la investigación, de forma preliminar, apunta a que la muerte fue causada al ser apuñalada en el cuello.

También hay constancia de una riña familiar antes de estos hechos, aunque la investigación tiene aún que determinar su posible relación directa con la muerte de esta mujer.

LLAMADA A LA ABUELA

Para dar con el paradero en un parque pasadas las dos de la madrugada de los dos menores, que proceden de Europa del Este y son hijos adoptivos de la víctima, resultó clave una llamada con un teléfono que realizaron a su abuela.

Los investigadores sospechan que era un intento de simular un secuestro como coartada del homicidio. El padre se encontraba por motivos de trabajo fuera de Cantabria.


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