VITORIA, 25 (EUROPA PRESS)
Agentes de Tráfico de la Guardia Civil investigan a un joven vecino de Álava, de 25 años, que tuvo un accidente de tráfico en la localidad riojana de Matute, en el que la persona que le acompañaba, de 30 años, resultó herida grave, y a la que hizo caso omiso cuando quedó incapacitada para mover sus extremidades debido a una lesión medular, para preocuparse solo por su coche que quedó totalmente destrozado. Tampoco le hizo caso cuando, antes del siniestro y ante la velocidad a la que conducía, le pidió que parara para bajarse del vehículo.
Los guardias civiles le acusan de varios delitos graves, como conducción temeraria, lesiones por imprudencia grave, omisión del deber de socorro y conducción bajo los efectos del alcohol y las drogas, tal como ha informado en un comunicado el Instituto armado, que asegura que la investigación “pone de manifiesto el desprecio por la vida y la integridad física de las personas mostrado por el conductor, quien causó lesiones muy graves e irreversibles a su acompañante”.
La actuación se inició tras una llamada de alerta recibida en la central operativa de la Guardia Civil en La Rioja (062), en la que se informaba sobre un siniestro vial ocurrido en el término municipal de Matute.
De inmediato, agentes de Tráfico se desplazaron al lugar del incidente, donde constataron que un turismo de la marca Honda, se había salido de la vía por el margen derecho, impactando contra una señal vertical y sufriendo varios vuelcos. Como resultado del accidente, el conductor sufrió lesiones de gravedad y la persona que le acompañaba resultó gravemente herida.
El conductor, que presentaba síntomas de haber ingerido sustancias incompatibles con la conducción, fue sometido a las pruebas de alcoholemia y drogas. La primera arrojó un resultado de 0,54 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, superando en más del doble la tasa máxima permitida. En la prueba de drogas dio positivo en cannabis. Por este motivo, se le extrajo una segunda muestra de fluido oral, que fue remitida a un laboratorio acreditado para su análisis, confirmando el primer resultado.
Según los datos recopilados en la investigación, la persona que le acompañaba en el coche le solicitó reiteradamente, antes de que ocurriera el siniestro, que detuviera el vehículo para poder bajarse, al percatarse de que circulaba a velocidades de hasta 180 km/h en una vía con una limitación de 90 km/h.
CASO OMISO A LA VÍCTIMA
Tras el accidente, la víctima, que quedó incapacitada para mover sus extremidades debido a una lesión medular, rogó al conductor que alertara a los servicios de emergencia. Sin embargo, según los agentes, este hizo caso omiso de sus peticiones, “mostrando una frialdad y falta de humanidad al preocuparse únicamente por el estado de su vehículo”, que quedó completamente destrozado.
Finalmente, una hora y media después del siniestro, un ciclista que pasaba por la zona se percató del accidente y alertó a los servicios de emergencia. Gracias a su intervención, se pudo prestar ayuda a la víctima, quien actualmente se encuentra en un estado de salud delicado debido a las graves lesiones sufridas. Las diligencias han sido puestas a disposición de la autoridad judicial.
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