Destaca que gracias a este modelo se ha reducido el consumo de psicofármacos entre residentes y mejorado el bienestar de familiares
VITORIA, 30 (EUROPA PRESS)
La Diputación Foral de Álava ha presentado este viernes los resultados de su nuevo modelo de atención residencial, denominado Gizarea, en el 18º Congreso de la Sociedad Europea de Medicina Geriátrica (EuGMS), que se celebra estos días en Londres y que reúne a más de 1.500 asistentes.
En un comunicado, la institución foral ha informado de que fue seleccionada para presentar dos comunicaciones científicas -de entre 1.200 propuestas presentadas- sobre los efectos, por una parte, en las personas usuarias y, por otra, en las familias y profesionales de la residencia foral Lakua, tras la implantación del nuevo modelo.
Las presentaciones han corrido a cargo del director de Innovación, Equipos de Gestión y Evaluación del departamento de Políticas Sociales, Iñaki Artaza, quien ha estado acompañado por el diputado foral de Políticas Sociales, Emilio Sola, y la directora de la residencia foral Lakua, donde se ha realizado la experiencia piloto, Brígida Argote.
Según ha recordado, el modelo Gizarea de atención centrada en las relaciones, busca una mayor implicación de las familias en los cuidados, una mayor implicación emocional de las y los profesionales, y una mejora en el bienestar de personas usuarias, trabajadoras y familias.
Los resultados del pilotaje realizado hasta junio en la residencia Lakua han sido “muy buenos”, por lo que el diputado foral Emilio Sola ha anunciado que se extenderá “de manera progresiva” a más centros forales para personas mayores y personas con discapacidad.
La implantación del modelo ha comenzado en una residencia con una edad media entre las personas usuarias de 85 años, perfil psicogeriátrico, y elevados índices de dependencia, fragilidad avanzada y demencia grave.
Son tres los ámbitos donde se centran las primeras conclusiones del pilotaje. En las personas residentes se observa la mejora en algunos indicadores indirectos de calidad de vida, como en el nivel de fragilidad, y, especialmente, en la disminución de la necesidad de psicofármacos.
La Diputación ha explicado que en las familias, se aprecia un mayor bienestar emocional y una mayor satisfacción con los cuidados que reciben los familiares ingresados. En el equipo profesional, por su parte, es notable la disminución de la sensación de estrés y de presión laborales, y aumenta la sensación de bienestar emocional.
LOS RESULTADOS
A juicio de las familias, se aprecia una disminución de la sintomatología conductual, con una reducción importante de la administración de psicofármacos –antidepresivos, ansiolíticos, hipnóticos y neurolépticos– y una menor pauta de estos fármacos.
En concreto, se han disminuido dosis o suprimido totalmente en el 54% de las personas. Asimismo, se ha reducido el índice de fragilidad, es decir, de pronóstico vital, pasando de una fragilidad avanzada a una fragilidad moderada.
La satisfacción de las familias con los cuidados ha crecido de 26,8 a 29 puntos –sobre un máximo de 30– y, en cuanto a su bienestar emocional, han aumentado las emociones positivas y se han reducido las negativas, así como la sensación de soledad.
Respecto al personal del centro, el índice de estrés laboral se ha reducido en 12 puntos porcentuales y su severidad, en 15 puntos. El índice de presión laboral ha caído en 13 puntos y su severidad se ha desplomado en más de 21 puntos.
En cuanto a su bienestar emocional, la puntuación global ha pasado de 7,4 (sobre diez) a 7,88. Los resultados de la evaluación destacan la sensación creciente de compromiso con el trabajo y de significado del mismo y, en especial, las emociones positivas generadas.
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