MADRID, 17 (SERVIMEDIA)
El Ministerio de Trabajo y Economía Social volverá a reunir este lunes, a las 16.00 horas, a sindicatos y patronal para proseguir con la negociación de la reducción de la jornada laboral y, según la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra del ramo, Yolanda Díaz, el objetivo es dar ya “velocidad de crucero” a esta mesa.
El acuerdo del Gobierno de coalición incluyó para esta legislatura, a petición de Sumar, reducir la jornada laboral máxima de 40 horas semanales a 38,5 este año y a 37,5 en 2025. Este es el eje central de la mesa de diálogo que tiene abierta Trabajo con los agentes sociales, aunque también están negociando la reforma de la normativa sobre el registro de jornada, a fin de luchar contra el “fraude” de las horas extra no pagadas.
El propósito anunciado por Yolanda Díaz es que el control de jornada tenga que recogerse siempre en formato digital y, además, sea accesible en tiempo real para la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS). La negociación comenzó con los primeros compases de este año pero, tras algunos encuentros en Trabajo, los sindicatos y la patronal pactaron negociar bilateralmente el modo en que se podía reducir la jornada, por si de ese modo era más sencillo cerrar un acuerdo en la mesa tripartita con el Gobierno.
El 30 de mayo, tras varios meses sin encuentros formales con Trabajo, volvió a desarrollarse una nueva reunión en el Ministerio, tras la que los agentes sociales volvieron a acordar tratar de forma bipartita medidas encaminadas, en esta ocasión, al refuerzo del control horario en las empresas.
ACELERAR EL DIÁLOGO
Pero Yolanda Díaz ya ha manifestado que quiere imprimir “velocidad de crucero” a esta negociación, una vez que acaba de cerrar un pacto tripartito para aprobar un real decreto para reforzar los derechos de las personas Lgtbi e el ámbito laboral y ahora que acaba de dimitir de su puesto de coordinadora de Sumar tras los “malos” resultados electorales de las elecciones europeas.
En este contexto, Díaz sigue insistiendo en que su plan A es cerrar este cambio legal con un acuerdo en el que esté la patronal y ha explicado que hará todo lo posible para ello. Eso sí, ha advertido también de que la medida es un compromiso recogido en la hoja de ruta del Gobierno de coalición y que se aprobará con o sin el visto bueno de la parte empresarial.
Por ello, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha afeado a Díaz que plantee una mesa de negociación en la que ya de antemano se conoce el resultado. “No es diálogo social, es monólogo social”, ha llegado a decir en varias ocasiones el líder de los empresarios españoles.
Por su parte, los sindicatos CCOO y UGT apuestan también por tratar de llegar a un acuerdo con la patronal, aunque creen que la mesa debe cerrarse antes de las vacaciones de verano y, si no es posible llegar a un acuerdo, tendrá que ser el Ejecutivo quien legisle.
Además, en estos últimos días, trascendió que sobre la mesa estaba la posibilidad de aumentar las horas extra que la normativa permite que se realicen cada año, como forma para compensar la reducción de la jornada laboral ordinaria. Al respecto, CCOO desmintió que estuviera negociando esa posibilidad, mientras el líder de UGT, Pepe Álvarez, no fue tan explícito y dijo que hay muchas cuestiones que ahora se están discutiendo.
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