MADRID, 07 (SERVIMEDIA)
WWF lanza la campaña de sensibilización ‘No hay agua pa´ tanto’ para reclamar una transición hídrica analizando ejemplos de derroche y mal uso del agua en España y proponer claves para mejorar su gestión.
“Es necesario romper el falso mito de que hay agua para todo. En un país tan vulnerable a la sequía no hay agua para tanto macroproyecto turístico ni para seguir aumentando los cultivos industriales de regadío. Es responsabilidad de todas las administraciones poner en marcha una transición hídrica que apoye un sistema alimentario sostenible, reduzca la extracción de agua de acuíferos, ríos y humedales y acabe con todos los pozos ilegales y el robo del agua, entre otras medidas”, explicó la responsable del programa de agua de WWF, Teresa Gil.
Las sucesivas olas de calor que están azotando a España son cada vez más frecuentes e intensas por el cambio climático. Sin embargo, en un país que corre un alto riesgo de escasez hídrica, ser el mayor productor de aguacate de Europa continental, seguir invirtiendo en más macroproyectos turísticos o tirar miles de toneladas de alimentos es, en opinión de WWF, un “disparate ambiental, social y económico”.
Frente a ello, la organización recuerda que existen soluciones, pero requieren que las administraciones pongan en marcha una transición hídrica que reparta el agua de manera justa y garantice como prioridad la supervivencia de los ecosistemas acuáticos, que están gravemente amenazados.
“España es muy vulnerable a las sequías y en pocas décadas, si no tomamos medidas, seremos uno de los países de Europa que suframos mayor estrés hídrico. La escasez de agua no se debe sólo a la falta de lluvias, sino al modelo agrícola intensivo que condiciona la gestión de gran parte de este recurso por parte de las diferentes administraciones implicadas. Por ello, del mismo modo que hablamos de transición energética y se avanza hacia las energías renovables; debemos empezar a hablar de una rápida y profunda transición hídrica. La transición ecológica tiene que incluir una nueva gestión que reparta de un modo justo, social y ambientalmente, el agua”, afirmó Teresa Gil.
WWF destaca ejemplos paradójicos, como el hecho de que España sea el principal productor de aguacates de Europa en zonas con escasez de agua. Asimismo, es preocupante que cada vez existan más pueblos en zonas rurales, por ejemplo en la demarcación del Ebro, donde ya no pueden beber agua del grifo por estar contaminada con nitratos procedentes de macrogranjas y otras explotaciones intensivas.
Según informa la organización, el 75% del territorio español está en riesgo de desertificación, por lo que no puede permitirse que el 80% del agua se destine a la agricultura y ganadería industrial. Y las previsiones climáticas apuntan a olas de calor y sequías más intensas y con mayor frecuencia, que harán cada vez más difícil garantizar suficiente agua, incluso para las personas. Uno de los ejemplos más graves de abuso de los recursos hídricos tiene como epicentro el Parque Nacional de Doñana, en el que los cultivos ilegales, que producen unas 35.000 toneladas de frutos rojos, están secando el acuífero y las zonas húmedas que alimenta, apunta WWF.
También recuerda que es momento de dejar de pensar en “falsas soluciones mágicas” como las desaladoras, nuevos embalses y trasvases, ya que por sí solas “no nos van a salvar de la sequía”.
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