MADRID, 22 (SERVIMEDIA)
WWF alertó este martes de que el incendio en Tenerife está teniendo un alto coste medioambiental, ya ha quemado cerca de 15.000 hectáreas en un perímetro de 90 kilómetros y ha desplazado a más de 12.200 personas de distintos municipios.
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) recordó este martes en un comunicado que, además de la tragedia que está suponiendo para la población local, el incendio forestal de Arafo-Candelaria está teniendo un gran coste ambiental, afectando ya al Parque Nacional del Teide, al Parque Natural de la Corona Forestal que lo rodea, así como a las reservas integrales de Pinorelis y Las Palomas, al monumento natural Barranco de Fasnia y Güímar y a otros tres paisajes protegidos: Las Lagunetas, Las Siete Lomas, y Los Campeches, Tigaiga y Ruiz.
Según comunicó esta ONG, el Parque Natural de la Corona Forestal, el mayor espacio protegido de Canarias con casi 50.000 hectáreas, está siendo gravemente afectado por el fuego, poniendo en riesgo una zona de alto valor natural y paisajístico, así como el hogar de diversas especies endémicas de flora y fauna, algunas de ellas protegidas, como el emblemático pinzón azul del Teide, símbolo de la isla.
PÉRDIDAS DE FAUNA Y FLORA
El parque natural está compuesto por tres hábitats distintos, donde predominan grandes superficies boscosas de pino canario, zonas de pinar mixto combinado con otros árboles como sabinas, fayas y brezos canarios, y bosques de laurisilva en algunos de los barrancos afectados por el fuego.
Según WWF, se trata de un espacio rico en biodiversidad y el refugio de muchas especies propias de la zona que están viendo destruido su hábitat. Entre ellas destacan vertebrados como el ya mencionado pinzón azul del Teide, el pinzón canario, el serín canario, las palomas rabiche y turqué, el lagarto tizón, el perenquén y la lisa, así como el murciélago orejudo, o el murciélago canario de bosque.
El incendio forestal de Arafo-Candelaria está suponiendo pérdidas incalculables a nivel ambiental y es difícil todavía cuantificar el impacto sobre la biodiversidad. Las aves tienen la posibilidad de huir de las llamas en este tipo de catástrofes, aumentando sus posibilidades de supervivencia, pero muchos de los reptiles y mamíferos se ven atrapados por el fuego.
Lo mismo ocurre con las más de 200 especies endémicas de invertebrados que habitan estos bosques, entre las que destacan escarabajos, arañas y mariposas nocturnas que viven en las cuevas volcánicas bajo la superficie de la zona afectada, y que obtienen la energía de las raíces de estos árboles.
La destrucción de estos hábitats supone la pérdida de recursos naturales de alto valor y grandes cambios en la vida de todas estas especies que ven condicionado su futuro teniendo que esperar muchos años hasta que el paisaje se recupere.
Este incendio de sexta generación deja patente que los efectos de la crisis climática, como olas de calor o sequías persistentes, están debilitando y estresando los ecosistemas forestales, con vegetación y suelos cada vez más secos y más inflamables, aseguró WWF.
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