MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
El enviado de la ONU para el proceso de paz en Oriente Próximo, Tor Wennesland, ha señalado ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que peligra la “frágil calma en Gaza” tras el alto el fuego alcanzado entre las partes y ha instado a evitar otro “ciclo de crisis aguda” a través de soluciones a largo plazo.
Wennesland ha dejado claro que, si bien se ha impedido “una guerra a gran escala”, las soluciones “a corto plazo” en Cisjordania y Gaza, así como “el status quo” o “medidas unilaterales que perpetúan” esta “tendencia negativa” no son opciones “estratégicas”, y ha instado a las partes a trabajar “hacia un horizonte político”.
Refiriéndose a los tres días de escalada de violencia que se produjeron a principios de agosto, ha explicado que las Fuerzas de Defensa de Israel perpetraron unos 147 ataques aéreos contra presuntos objetivos militares en Gaza, mientras que la Yihad Islámica lanzó cerca de 1.100 misiles hacia territorio israelí.
“La violencia tiene graves consecuencias para la población civil”, ha explicado ante el Consejo de Seguridad de la ONU, agregando que hay preocupación porque estos ataques se realicen en zonas densamente pobladas, resultando en numerosos muertos y heridos.
Por contra, ha subrayado medidas positivas, como la expedición de más de 14.000 permisos para atender las necesidades económicas de la parte palestina. Hay que recordar que actualmente hay alrededor de 130.000 palestinos de Cisjordania que tienen permisos para trabajar en Israel y en los asentamientos israelíes en Cisjordania.
“La situación humanitaria en Gaza sigue siendo motivo de preocupación, y la respuesta humanitaria en todo el territorio palestino ocupado sigue enfrentándose a déficits crónicos de financiación”, ha agregado el enviado especial.
En este sentido, Wennesland ha precisado ante los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU que “los problemas fiscales y políticos amenazan la eficacia de la Autoridad Palestina en la prestación de servicios públicos esenciales”.
Finalmente, ha puesto el foco en la decisión del Ministerio de Educación de Israel de suspender la concesión de licencias permanentes a seis escuelas palestinas en la Jerusalén oriental y el cierre, el pasado 18 de agosto, de las oficinas de las seis organizaciones gubernamentales.
Fuerzas israelíes allanaron la pasada semana la sede de estas seis ONG palestinas de Derechos Humanos en Cisjordania por presuntos vínculos con el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), un movimiento que fue condenado por la Unión Europea.
- Te recomendamos -