Serbia insta a la UE seguir presionando a Kosovo para evitar “una nueva guerra en los Balcanes”
MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
La detención de tres policías kosovares a manos de las fuerzas serbias, un “secuestro” a ojos del Gobierno de Kosovo, ha elevado de nuevo las tensiones en una zona que sigue siendo foco de pulsos políticos y sociales constantes, bajo la atenta mirada de una Unión Europea que intenta mediar entre las dos partes pero que ha puesto también sobre la mesa ciertos requisitos antes de cerrar futuras reuniones.
Los hechos se remontan al miércoles, cuando según el Gobierno de Kosovo tres de sus policías fueron “secuestrados” por las Fuerzas Armadas de Serbia en territorio kosovar. “Tanto la incursión de las Fuerzas (Armadas de Serbia) como el secuestro son actos abiertos de agresión internacional”, ha sentenciado el primer ministro kosovar, Albin Kurtin, que ha culpado a Belgrado de buscar “la escalada y la desestabilización” de la zona.
Como primera medida, las autoridades kosovares han ordenado el cierre del tráfico de mercancías en la frontera, según fuentes citadas por el diario ‘Gazeta Express’. La orden pasa por no permitir la entrada de ningún producto serbio en Kosovo, lo que implica el bloqueo también de todos los camiones con matrícula de Serbia.
Pristina ha considerado la detención de los policías como una “venganza” por el arresto el martes de Milun Milenkovic ‘Lune’, vinculado al crimen organizado y el contrabando pero, principalmente, considerado un instigador de las protestas violentas en las que resultaron heridos decenas de miembros de la fuerza de la OTAN en el norte de Kosovo (KFOR).
Belgrado, por su parte, ha negado la versión de Pristina sobre la interceptación de los tres agentes, alegando que estaban en territorio serbio, a casi dos kilómetros de lo que se sigue describiendo como una “línea administrativa”. Según esta versión, los policías arrestados planeaban un ataque terrorista.
El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, se ha reunido este jueves con los principales representantes diplomáticos de la Unión Europea, Alemania, Francia e Italia para trasladarle su preocupación sobre los últimos acontecimientos. “Les he pedido que hagan todo lo posible para impedir que Kurti inicie una nueva guerra en los Balcanes”, ha publicado en redes sociales, junto a una imagen del encuentro.
El Alto Representante de Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, ha condicionado la celebración de una reunión de alto nivel con Kurti y Vucic a pasos concretos, como la celebración de nuevos comicios locales en la zona norte de Kosovo, donde la comunidad serbia es mayoritaria. Este grupo boicoteó las elecciones de febrero y no reconoce a las actuales autoridades.
Borrel ha pedido también la suspensión inmediata de las operaciones policiales en las inmediaciones de los edificios municipales en el norte de Kosovo. “La Policía de Kosovo debe retirarse. En paralelo, demandamos a Serbia que apoye la retirada de sujetos radicales de sus áreas”, ha precisado en una misiva publicada por el portavoz de la diplomacia europea, Peter Stano.
El primer ministro kosovar, que ha reunido al Consejo de Seguridad para examinar los últimos eventos, ha afirmado que el objetivo de este despliegue es proteger a la población local y ha asegurado que esta voluntad de protección se extendería incluso a los políticos serbios que pudiesen salir vencedores de unas elecciones, según Kosova Press.
Por ahora, las autoridades de Kosovo no han accedido a la solicitud de la UE para repetir “lo antes posible” los comicios de febrero y favorecer la participación de la comunidad serbokosovar.
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