MADRID, 16 (SERVIMEDIA)
Vlad III, conocido como Vlad el Empalador, fue un príncipe y líder militar del siglo XV que era tan aterrador que se cree que inspiró a Bram Stoker para crear el vampiro literario conocido como conde Drácula. Un examen científico de tres cartas escritas por él revela que probablemente tenia problemas respiratorios y de piel e incluso podría haber llorado literalmente lágrimas de sangre.
Así se explica en un estudio elaborado por nueve investigadores de instituciones de Israel, Italia o Rumanía y publicado en la revista ‘Analytical Chemistry’. El título oficial de la figura legendaria era Vlad III, Voivoda de Valaquia, y vivió en la región sur de Rumania a mediados del siglo XV.
Por supuesto, no hay evidencia de que Vlad III fuera un vampiro, pero era temido por su crueldad. Algunas estimaciones sitúan su número de muertos en más de 80.000 personas, muchas de las cuales murieron por empalamiento, lo que le valió su apodo. También se le conocía como Vlad Draculea, que se traduce como ‘el hijo del dragón’, que muchos creen que inspiró al personaje epónimo de la novela ‘Drácula’.
Aunque han pasado más de 500 años desde el reinado de Vlad, quedan algunos objetos de él, como varias cartas que escribió en diferentes momentos a lo largo de su vida. Las moléculas y proteínas presentes en documentos y otras reliquias como estas pueden proporcionar a los científicos una comprensión única de la vida y la época de las personas del pasado.
TRES CARTAS
Vincenzo Cunsolo, de la Universidad de Catania (Italia), y sus colegas analizaron tres cartas hechas de papel de trapo y escritas y firmadas por Vlad el Empalador en diferentes lugares de Transilvania. El objetivo era aprender más sobre su salud, así como el entorno en el que vivía.
Para descubrir los secretos de las letras, los investigadores utilizaron una película plástica especializada llamada EVA, o etileno-acetato de vinilo, para extraer proteínas o moléculas pequeñas del papel sin dañarlo.
Luego, estos extractos se analizaron con espectrometría de masas, lo que permitió a los investigadores caracterizar miles de péptidos diferentes. De estos, el equipo se centró en aquellos con la desamidación más avanzada, una forma de degradación de proteínas que ocurre con la edad.
Las proteínas más degradadas probablemente eran las más antiguas y, por lo tanto, es más probable que fueran de Vlad en comparación con las más nuevas y menos degradadas, que podrían haberse originado por otras personas que manejaron las cartas más recientemente.
Un total de 16 proteínas eran de origen humano, relacionadas con la piel, la respiración y la sangre. Los investigadores subrayan que los datos que adquirieron, aunque no son exhaustivos, sugieren que Vlad podría haber sufrido problemas respiratorios, y potencialmente incluso una condición llamada hemolacria, lo que le habría hecho llorar lágrimas de sangre.
Otras proteínas identificadas por el equipo indican que podría haber estado expuesto a ciertas bacterias relacionadas con la plaga o incluso a molestas moscas de la fruta. Los investigadores indican que este trabajo ayuda a arrojar luz sobre algunos documentos importantes del pasado, así como sobre las personas que pueden haberlos escrito.
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